Cuarto menguante

Publicado el 30 noviembre 2011 por Almaconarte
CASO TYVL46: 
Habitaciones que encogen- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Protagonistas: 4 matemáticos, nada más y nada menos. Sus nombres reales son un misterio. Para nosotros serán Galois, Hilbert, Oliva y Pascal y su historia es un misterio. Lo que sí sabemos es que son loe mejores en su campo.

He aquí: los matemáticos

Hechos: Pues se dice que estos cuatro grandes, junto con otros, recibieron un acertijo. Sólo los que lo resolvieran conocerían el lugar de la siguiente cita: allí donde se resolvería el mayor enigma jamás planteado. 
¿Quién invita a estos genios? Fermat. ¿Dónde? A un lugar alejado de todo y todos.
Poco o nada se sabe de ellos, pero cuando Fermat abandona la sala... nuestros cuatro matemáticos quedan encerrados. El problema no sería el encierro en si mismo, de no ser porque la habitación, poco a poco, se va haciendo más pequeña. 
Pero algo les ata a la vida: una pda. En ella recibirán acertijos que deben ir solventando. Por cada acertijo tienen un minuto. Cada segundo de más la habitación se estrecha.

Una habitación muuuuuy pequeñita

Así pues, dos cosas ocuparán este claustrofóbico caso: resolver los acertijos y salir de la habitación. Aunque, probablemente, el mayor misterio reside en qué hacen ahí.
Deducciones generales: sentía una curiosidad insana por este caso (y más con Piedrahita al mando). A colmado mis expectativas. Eso sí, sin pasarse. Me ha vuelto curiosa, necesitar saber más y volcarme con cada uno de los acertijos (incluído el central de la habitación). He de admitir que al punto ha sido claustrofóbica a más no poder. Pero, el final, flojea por si solo (y casi se escuchan los gritos de ¡Milagro, milagro!). Le ha faltado un punto de cocción a lo que se presentaba como una maravillosa idea. Aún así me parece casi innovador viniendo del cine español, y me ha dejado con ganas de más cosas por el estilo.


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
La habitación de Fermatde Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña