¿Cuántas veces ojeas un libro que te ha atrapado por su portada?
No has podido evitarlo, es irremediable pasar la mirada por la cubierta del libro, lees el resumen en la contraportada y vuelves a la portada, hasta el detalle. Incluso el lomo no se escapa a tu curiosidad.
Si esto ocurre con un libro cualquiera, imagina qué pasa cuando das con la literatura infantil y encuentras ilustraciones impresionantes que te sumergen en un cuento para adultos, en una maravilla visual evocadora y donde sobran casi las palabras… Aquí es donde se recrean los ilustradores, en el mundo infantil, como si muchos de ellos quisieran zambullirse de nuevo en la infancia y hacen de eso su profesión, que va más allá del diseño, la literatura o los niños: ¿cómo vas a hacer para resistirte a un libro tan cuidadosamente elaborado?
Una de las Editoriales que selecciona ilustracciones preciosas es Kókinos. Para niños soñadores (todos) y para padres encantados de soñar despiertos (algunos). No es que desprecie a Pepa Pig y compañía, pero merece la pena zambullirse en pequeñas joyas ilustradas.
¿EN QUÉ PIENSAS? Laurent Moreau
La gente que pasea o que camina apresurada por las por las calles va pensando en sus cosas, unas más sencillas , otras más complicadas… ¿Y tú en qué piensas?
BESOS. Goele Dewanckel
Besos de padres a hijos, de nietos a abuelos, entre amigos o enamorados. Besos soñados, transgresores, poéticos… Besos de amor que no pueden faltar a ninguna edad. ¡Ni a ningún ser vivo! Cada beso nos cambia, nos altera, nos conmueve. Es como una revolución. Sin duda, los besos son mágicos para los niños.
EL CUENTO DE LA HORMIGUITA QUE QUERÍA MOVER LAS MONTAÑAS. Michäel Escoffier. Kris Di Giacomo
Una niña le pide a su mamá que le cuente un cuento, pero no de hormiguitas.
Y menos de las que quieren mover montañas. Prefiere que haya un dragón maleducado que desencadena un montón de desbarajustes. ¡Pero la hormiguita que quería mover montañas al fin será la heroína!
MAMÁ FUE PEQUEÑA ANTES DE SER MAYOR. Valérie Larrondo. Claudine Desmarteau
Según este cuento las mamás, de pequeñas, fueron unas santas. Jamás se metían el dedo en la nariz ni decían palabrotas ni tiraban de la cola al perro, ni pintaban las paredes con rotulador, ni tenían celos de sus hermanitos… ¿Se puede creer algo así? Hay que abrir este libro para averiguar la verdad.
LA MERIENDA. Kuêta Pacovská
Organizar una merienda es algo fantástico. Sobre todo cuando los invitados son tan exóticos y originales como unos círculos de colores, la luna, un caracol, una marioneta, la “C” mayúscula, un rinoceronte o un payaso. La niña-anfitriona sabe que esta mezcla de locos personajes será explosiva y pasarán una merienda deliciosa y muy divertida.
Fotos: Editorial Kókinos.