Cuentos de la luna llena
Alianzas
de Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Érase una vez una guerra cruel. Una confrontación entre humanos y feéricos que parecía que nunca tendría fin.
Érase una vez una reina malvada. Una bruja desalmada que soñaba con tener el mundo entero en la palma de su mano.
Érase una vez un apuesto príncipe convertido en marioneta por la infame mujer que era su madre.
Érase una vez dos princesas: una debía casarse con el príncipe para que su reino estuviese a salvo de la amenaza que la reina representaba. La otra, ni siquiera quería ser princesa.
Érase una vez un trovador que sabía contar las historias más maravillosas del mundo. Hablaba de magia y cantaba con la voz que solamente los hechiceros saben controlar.
Ya lo he dicho alguna vez en reseñas anteriores: me resulta muy difícil leer la novela de alguien que conozco, y esta no ha sido una excepción. Aunque no conocía a Selene anteriormente, Iria es amiga mía desde hace tiempo, y al coger su libro por primera vez sentí una mezcla de miedo y emoción. El motivo de la emoción es evidente: llevaba mucho tiempo oyéndola hablar de este libro, de cumplir el sueño de publicarlo. Pero también tenía miedo de que no me gustara la novela: ¿cómo iba a decírselo a Iria si se daba el caso? Afortunadamente, no ha sido así.
Los personajes son sin duda el punto fuerte de esta novela. La historia se centra sobre todo en cuatro personajes, y tengo que decir que el trabajo de caracterización de cada uno de ellos por parte de las autoras ha sido estupendo. Aunque me ha faltado un poco más de diferenciación en los puntos de vista (la novela está narrada principalmente a cuatro voces, aunque aparecen puntualmente tres más), lo cierto es que las personalidades de los personajes han quedado muy bien definidas y, lo que es más importante, evolucionan a lo largo de la historia.
Aunque todos los personajes me han gustado, si tuviera que elegir a uno de ellos creo que me quedaría con Eirene. Posiblemente muchos piensen en Katniss al ver a esta joven elfa arquera, pero nada más lejos de la realidad: Eirene es una princesa rebelde, inconforme con la vida que lleva, y consciente de que no puede permitir que su camino sea el que otros han decidido para ella. Es probablemente el personaje mejor caracterizado del libro, pues se enfrenta a una serie de dudas, actos y decisiones difíciles que contribuyen a una evolución más que notable a lo largo de la historia.
Los otros personajes, si bien no me han encandilado tanto, tampoco se quedan muy atrás. Todos tienen sus intereses y sus objetivos, sus lealtades y sus distintas formas de ver el mundo y la vida en palacio, y juntos aportan mucha consistencia a la novela. Tengo que destacar aquí a Chryses: sus apariciones son muy breves, pero ha logrado encandilarme.
Y ya que he mencionado el palacio y los personajes, tengo que decir que me han encantado las intrigas palaciegas que tienen lugar durante la historia. Hacía mucho tiempo que no leía una novela de estas, y me ha encantado encontrarme con los juegos de poder y las diferentes alianzas (see what I did there?) y traiciones entre los personajes, que son lo que aportan la verdadera sustancia a la novela.
Y es que esta no es una historia de amor, pese a lo que pueda parecer por el prólogo. Hay romance, sí, y aunque tiene su importancia las autoras no han cometido el error de que acapare el interés del resto de la trama. Esta es una novela de personajes y lo que pesa realmente son las distintas relaciones entre ellos, no solo las románticas.
Pasando a la parte negativa, lo cierto es que creo que a la novela le hubiera venido bien que la pulieran un poco más. Si bien no me he encontrado con faltas de ortografía, sí que había unas cuantas frases que me parecían construidas de forma extraña y sonaban poco naturales, nada que no pueda arreglarse con una corrección un poco más meticulosa. Del mismo modo, lo que mencionaba antes de la diferenciación de las voces de los personajes es algo que me gustaría ver reflejado en los siguientes libros.
También, en ocasiones la narración me ha resultado un tanto redundante. Personalmente no se me ha hecho demasiado pesada en ningún momento, lo cual es un gran punto a favor de las autoras, pero para ser objetivo quiero destacar que en determinadas ocasiones me ha parecido que se repetía información que el lector ya conocía.
En definitiva, Alianzas es un muy buen punto de partida que, si bien no está exento de fallos, supone un inicio muy prometedor para una trilogía de la que espero mucho. Si las autoras logran mantener o superar el nivel en los siguientes libros, Cuentos de la luna llena se ganará un lugar especial entre mis favoritos.
Lo mejor: La evolución de los personajes.
Lo peor: Algunas veces la narración me parecía un tanto excesiva.
Te gustará si... quieres leer una novela con personajes redondos repleta de intrigas palaciegas.