Mis lunares siendo contados una y otra vez por tus dedos, me hacen pensar que el cielo existe, y es en ese instante en donde siempre estoy contigo.
Un gemido involuntario nace cada vez que pronuncio tu nombre al viento.El viento y tú, ambos elementos enteramente opuestos, y a la vez, tan parecidos.Tú, aquel poseedor de promesas que conllevan grandes tentaciones al mover tus pestañas rizas, creador del infierno bajo mi ombligo, capaz de naufragar sin rumbo fijo por mi cuerpo, con ganas de perderte una y otra vez en aguas profundas.Tú, portador de la espada del olimpo, capaz de matar demonios y crear ángeles bajo tu mando.Tú, ser prohibido que añoro con desesperado sosiego, caigo bajo tu yugo con la sola idea de ser tuya para siempre.Extraño tus dedos, aquellos que recorrían con suma paciencia todos los lugares que el sol tocaba en mi cuerpo, mientras que con tus dulces labios hacías estragos en aquellos lugares en donde la luna solo conocía de memoria.Tú, la luna y el viento era el paraíso prometido.Cuentos extraños del deseo y otras prohibiciones.
Publicado el 27 febrero 2017 por Mariejsamuells
Mi piel expuesta ante ti, es uno de los placeres más excitantes de toda la galaxia.