Necesito moverme. Siempre he sido sedentaria, pero creo que ahora más; mi trabajo me coloca frente a la laptop, teléfono en mano, así que paso mucho tiempo sentada. Y perseguir a mi hija no funciona como ejercicio. Para empezar, ahora que domina la marcha, en realidad lo de "perseguirla" es más bien un decir; ya no necesita que yo esté literalmente detrás de ella todo el tiempo.
La sensación de pesadez me está molestando. Ayer hice ejercicios simples de estiramiento y me di cuenta de la magnitud del problema.
Beber agua, ayuda. Hoy empecé a beber agua con gotas de limón al despertar, y parece que también ayuda. También he estado haciendo conciencia de lo que como y de lo que me pide el cuerpo. Le doy más pan y más lácteos de los que puede digerir con facilidad. Las dietas restrictivas no son para mí, pero hacerme caso, sí. Por ejemplo, tengo unos cuatro días con antojo de jícama con limón y chile en polvo. No he comprado la jícama porque no he encontrado el chile que quiero en las tiendas de alrededor; pero bastaría ir unas cuadras más allá para encontrarlo. Ya será hoy por la tarde.
Silvia Parque