Estamos subiendo a B de peso. Nació pesando no mucho; a los dos meses comenzó a ser una cuestión de cuidado, y para los tres meses, tenía "desnutrición moderada". Mi estupenda experiencia con la lactancia tuvo un tope ahí, pero avanzamos: ahora toma del pecho, y con jeringa, tanto leche mía extraída, como leche de fórmula. El plan es llevarla a la normalidad que le corresponde (no todos los niños han de pesar lo mismo), y entonces retirar la fórmula. Hacemos un trabajo de equipo, la pediatra, la doctora consultora de lactancia, y yo; además está el apoyo del papá, la abuela, la bisabuela... después de un gran susto por una medición errada, el martes, hoy celebramos 3.860 kilos, gracias a Dios. Todo parecía de un mejor color, al salir del consultorio, luego de ver que la cosa va bien; hablo literalmente: los edificios, la calle, el cielo, se veían con mayor nitidez. Me compré un helado.
Silvia Parque