Muchas (demasiadas) personas “trabajan” en “piloto automático” y se dejan llevar por la inercia de la rutina. Así terminan haciendo lo mismo por 20 o 30 años.
Hay una gran diferencia entre tener 20 años de experiencia y realmente tener un solo año de experiencia y repetir por 19 años lo que aprendiste durante ese primer año. Aunque sea difícil de creer y comprender, muchas personas hacen eso: pasan 19 o más años repitiendo siempre lo mismo. Nunca serás una persona innovadora si hoy haces exactamente lo mismo que hiciste ayer.
Algo que muchas empresas deberían hacer es determinar el índice de aburrimiento: ¿qué tan aburridos somos aquí? Luego, deberían dedicarse a desmontar todas las actividades aburridas que se están haciendo.
Preguntas para reflexión:
- ¿Cuántas cosas que estás haciendo hoy también las hiciste ayer?
- ¿Consideras que tu trabajo es una obra de arte? ¿Por qué? ¿Qué es lo que lo distingue de lo que otras personas hacen?
- ¿Siempre compartes la hora del almuerzo con los mismos compañeros de trabajo? ¿No crees que ya es tiempo de conocer a otras personas?
- ¿A tus colaboradores les brillan los ojos cuando hacen su trabajo?
- ¿Qué puedes hacer hoy mismo para que tus colaboradores sientan verdadera pasión por lo que hacen?