Seguimos con el paso número cuatro para el cuidado natural de la piel, puedes ver la introducción aquí.
Si ya os hablé el otro día de la necesidad de una dieta que desintoxique el organismo por dentro para tener un aspecto radiante por fuera, hoy, en la segunda parte quiero hablaros de cómo podemos deshacernos de manera efectiva de todas las células muertas, exceso de sebo y toxinas que se acumulan en la piel.
La técnica del cepillado en seco de la piel no es muy conocida aquí, pero en países asiáticos se considera imprescindible una buena exfoliación antes del baño.
En un día normal nuestra piel elimina una media de 400 gramos de productos de desecho, lo que a mí personalmente me parece una cantidad que no se puede ignorar (fuente: Organic Beauty Care de Stephanie Tourles). De hecho, si tu piel no está eliminando la cantidad de toxinas necesaria, ya sea por falta de higiene (puedes mirar el post sobre higiene aquí), mala alimentación (puedes leer éste otro post también), tus riñones, intestinos, hígado y pulmones trabajarán a un rendimiento lejos de lo que se considera óptimo.
Podemos ayudar a nuestra piel desde fuera a cumplir sus funciones de soporte logístico, por llamarlo de alguna manera, al resto de órganos que filtran toxinas en nuestro organismo.
El cepillado en seco, no sólo exfolia las células muertas y arrastra la suciedad más resisitente, si no que activa las glándulas sebáceas y la circulación sanguínea, lo que favorece el funcionamiento del sistema excretor de nuestra piel.
Evitad zonas con granitos porque podéis esparcir las bacterias y los poros de la piel reabsorverían esas toxinas. Evitad también zonas con quemaduras o heridas que están cicatrizando o abiertas (evidentemente).
Los expertos recomiendan evitar también la zona genital, el pecho (en el caso de las mujeres) y la cara.
Comenzad usando un cepillo de dureza media... es impresionante, una nueva sensación... otro nivel de limpieza con el bonus de activación de la circulación sanguínea, que da muy buen rollito, todo hay que decirlo.
La técnica del cepillado en seco es más efectiva que los exfoliantes típicos. Aunque estos últimos aportan hidratación y otras propiedades, dependiendo de qué ingredientes los conformen, nunca eliminarán las células muertas y activarán el sistema excretor al mismo nivel.
Practicarlo cada día es un gran regalo no sólo para nuestra piel sino para nuestro cuerpo en general, al principio da pereza, lo sé y a la piel le cuesta un poco acostumbrarse a una exfoliación tan intensa, pero si después de la ducha aplicamos una buena crema hidratante, no sólo la absorverá mejor sino que nos dará una sensación de extrema limpieza, que es, al final, lo que estamos buscando.
La idea no es cepillar fuerte, es superficial, suavemente, en círculos y después siguiendo la dirección de la renovación sanguínea, esto es, desde la parte más lejana de las extremidades hacia el corazón. Suave, no te flipes que te destrozas.
Las primeras veces la piel se enrojece, es normal, un buen jabón neutro y una hidratante natural sin alcohol ayudarán a relajarla aportando nutrientes, agua y, de nuevo, lo repito porque es lo que más he notado, una sensación de estar más limpio que nunca y lleno de energía.
Ya lo último que os recomiendo es que lavéis el cepillo con un jabón suave al menos una vez a la semana, porque, como es obvio, todo lo que te quitas de la piel se va acumulando.
Hay muchas técnicas de exfoliado, a mí me parece que ésta es la más efectiva si bien un poco agressive.
Qué otras técnicas exfoliantes conocéis? Yo tengo algunas recetas de exfoliantes naturales con base de miel, aceite de oliva, azúcar... os apetece que las cuelgue o hacer un taller online?
Un abrazo!
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