De día raspo las sombras
las huelo
y las recorto
a todas les doy tu forma
yo no sé si es que está mi tijera acostumbrada
la costumbre suele mentir en voz baja
y decirnos al oído el ayer
de día acaricio las sombras
las río
les agrego un poquito de sol cuidando no matarlas
y les cuento
les digo como me fue,
alguna ocurrencia de esas que te hacían reír
y las acompaño a escalar las tardes
hasta que llega la noche
y en la oscuridad
les hablo y les miento un poco de luz
para que puedan pasar la desesperanza
de los momentos sin luna
y sin amor.
Rubén Callejas