Llega agosto y, con él, mi blog cumple un año más. Y en total ya van 7, que se dice pronto.
Siete años en los que ha pasado de todo, en los que he dado mil vueltas y en los que he venido a contároslo con pelos y señales en plan desahogo personal.
Este año el cumpleblog es un poco agridulce, puesto que ando de bloqueo creativo/personal y Una de Rizos... no pasa por sus mejores momentos.
Pero creo que es justo dedicarle este entrada, aunque sea breve, por las muchas satisfacciones que me ha aportado y por todas las que (estoy segura) me aportará.
Muchas gracias, blog mío. Prometo volver y sacarte brillo, dejarte reluciente y lustroso y hacer que vuelvas a estar en la cumbre de los blogses otra vez, ejem.
Y a vosotros, lectorses, gracias también por seguir aquí, año tras año. Que mira que os gusta una oveja. ;)