Cupcake “El pecado se viste de rosa”

Hoy vengo con una receta de cupcakes para chuparse los dedos, cuando los probé pensé que no había nada más que hacer en la vida, solo comerlos…

Los he llamado “El pecado se viste de rosa” porque son una auténtica adicción, el frosting está para morirse, pero la masa… cremosa y esponjosa.

De hecho voy a comerme uno en cuanto acabe el post! He dado por hecho que tod@s conocemos lo que son, es como una magdalena, más esponjosos por dentro y llevan encima un glaseado y decoración, los hay de infinidad de sabores, colores, decorados… y si todavía no los habéis probado, no esperéis más!!

Ingredientes:

Para los cupcakes:

• 200 gr de azúcar
• 140 gr de mantequilla
• 2 huevos a temperatura ambiente,
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 150 ml de leche
• un pellizco de sal
• 1 y 1/2 cucharaditas de levadura en polvo
• 230 gr de harina.

Para el frosting de frambuesa

• 150 gr de mantequilla
• 200 gr de azúcar en polvo o glass
• 2 cucharadas de mermelada de frambuesa

En la mezcladora poner la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar y batir varios minutos hasta tener una masa homogénea, según este orden ir introduciendo los ingredientes: huevos y vainilla, batir, harina, levadura, sal, batir a velocidad baja y a poquitos añadir la leche, subir la velocidad hasta que la masa está brillante, sin grumos y bien mezclada. Para meterlo en los moldes utilizo una cuchara de helado, la medida es perfecta y muy cómodo. Meter al horno a unos 180º durante 20-25 min, cuando los saquéis, dejarlos enfriar en el molde 5 min y después pasar a una rejilla hasta que se enfrien por completo, ya que si el frosting se pone con el cupcake caliente, no quedará tan bien. Mientras están en el horno preparar el frosting, en la mezcladora poner todos los ingredientes a la vez y batir varios minutos, tiene que quedar espeso, si la mermelada era muy liquida y no tiene consistencia para la manga, añadir más azúcar. Si tenéis y quereis meter en una manga pastelera y con la boquilla  Wilton M1 hacer un dibujo sobre los cupcakes o con una espátula cubrirlos. Yo los decoré con cerezas, pero hacerlo como más os guste o lo que haya por la cocina. Cuando los probéis entenderéis porqué los he llamado pecado rosa.
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