Revista Talentos

Curiosa fama...

Publicado el 17 marzo 2011 por Matilido

Curiosa fama...

No hay que olvidarse de quien está del otro lado...


En este momento deberia estar estudiando, pero lo productividad estudiantil de la tarde me permite tomarme un pequeño momento para mi. He estado leyendo trombosis venosas profundas, embolia pulmonar, y he arrancado algo tarde con un consenso de Insuficiencia cardiaca que parece eterno.
Hoy quiero hablar de un hecho tragi-cómico que ocurre en los hospitales escuela: la pseudo-popularidad de un paciente con algo raro. Señor, señora, si tiene un soplo cardiaco poco habitual evite los hospitales escuela. Una horda de jovencitos no demasiado considerados lo asediaran estotoscopio en mano para escuchar sus latidos poco frecuentes.
Recuerdo un hombre que tenia el corazón a la derecha, "El dextrocardio" como le decian todos, e iban a auscultarle. Luego se corrió el rumor de que el dextrocardio tenia un humor insoportable y los estudiantes lo contaban indignados, pero no por eso dejaron de ir todos los dias.
Parecen haber olvidado que es una persona y no "su paciente". Ese posesivo en este contexto no trae nada bueno. Tampoco la sustitucion del nombre (o al menos la denominación "paciente", o aun el impersonal "cama 3") por el de la patologia. El del soplo telesistolico, el uremico, el sindrome de Wallemberg son todos personas.
Claro que hay varias respuestas de los pacientes al respecto. Si bien está el que se malhumora,  también está el que asume con gusto su papel de celebridad. Ese con el que uno se puede quedar charlando horas acerca de lo que tiene, que antes de llegar se saca la camisa para ser auscultado y si no se lo pedis hasta el te lo pide. No se si yo seria asi, me temo que seria más como el primero. Va mucho en el caracter de la gente, en el aburrimiento del hospital y de la soledad que puedan tener en sus vidas.
Yo comento esto desde afuera porque la mayoria de las veces no participo del furor popular. Es dificil encontrar el equilibrio entre aprender y molestar al paciente. Considerarlo objeto de aprendizaje me parece horrible: por favor, es una persona.
Las veces que voy siempre miro que no haya nadie con él, y siempre trato de referirme con la mayor cortesia, explicandole que me puede decir que no sin ningun problema. Y si, muchas veces me quedo sin escuchar algo raro o interesante pero me siento tranquilo porque actuo como se que debo actuar, como me gustaria que actuaran si fuera yo que está en el otro lugar.


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