Curiosamente

Publicado el 22 agosto 2019 por Aidadelpozo

Considero que no existe la verdad absoluta en ciertos temas. Solo hay opiniones distintas y todas respetables. En los temas del corazón, esas realidades adquieren mil colores, desde el nuestro, hasta los de aquellos que nos leen y no han vivido nuestra vida sino la suya. Como escritores que contamos historias y lo hacemos bien, logramos que muchos lectores se adentren en ellas y las hagan propias.
Sin embargo, lo escrito no debería ofender, ya que mostramos solo nuestra percepción de la realidad vivida o inventada.
Quizás pueda el lector tener una opinión diferente, pero sentirse dañado por lo que es una percepción personal de alguien, es algo que no comprendo.
En cualquier caso, lo extraordinario del ser humano y, en mi caso del escritor, es que tanto heridas como cicatrices, aparecen y desaparecen con el tiempo, se cierran y abren con la sola voluntad de nuestro intelecto. El tic tac muta las realidades en recuerdos, que no siempre se ajustan a los concretos hechos sino a su percepción, a lo que esa realidad dolió, lo que nos hizo sentir, lo que sufrimos y vivimos.
Como nuestra vivencia y el recuerdo de ella, la mostramos. Como nuestra invención, la inventamos. Y si hablamos de nosotros mismos, describimos nuestras heridas, esas que sangraron una vez. Curiosamente, descubrimos que lo nuestro, eso que solo nosotros vivimos una vez y por lo que solo nosotros lloramos (y a veces incluso padeció con nosotros nuestra familia) duele más a quien no lo vivió. Curiosamente...