Comienza la temporada de baile. Este puede ser un año duro para las academias de baile: la crisis. Desde siempre los recortes empiezan por el ocio, he oído que los típicos cursos intensivos de verano así lo han demostrado. Pero no nos vencerán, vamos a bailar.
Os animo a retomar un año más las clases, los entrenos. Danzad, danzad, malditos!
Porque si cierran academias no volveremos a poder disfrutar de esas pistas cuando acabe la crisis. Un pequeño esfuerzo y además conseguiremos mejorar nuestra salud, nuestras relaciones sociales y la felicidad de estar con tu pareja sin acordarte de los problemas de la vida.
No entiendo el baile como se muestra en la película de Sydney Pollack: no debe ser una manera de ganar unos euros durante la crisis, sino una forma de ganar felicidad a su pesar. Vamos a bailar, en las academias, en las pocas salas que quedan, pero tenemos que seguir disfrutando de esta afición.