[...] el entusiasmo que impregna el deseo de procurar por nuestro prójimo y de beneficiarle según el propio criterio es una actitud mucho más extendida que el deseo de proporcionar a cada uno el poder necesario para cuidar de sí mismo.Como estamos en temporada de campañas electorales, están más o menos presentes los discursos en relación con apoyar a "los necesitados"; pero cae mal la pregunta del millón: ¿por qué están necesitando? Y las que le siguen.- ¿Cómo podrían estar en otra posición? ¿Será que si se mueven de posición tienen que moverse los demás?
Al negocio de dar ayuda no le conviene hacer posible que la gente tenga sus propios medios para sostenerse (no todo el "dar ayuda" es un negocio).
Silvia Parque