“Si tan solo nuestros ojos vieran las almas en lugar de los cuerpos, cuán diferentes serían nuestros ideales de belleza.” Anónimo
Es lo que hay. Es decir… basta de fotos de perfil evitando que se vea todo el resto. Porque el resto es el 99% de lo que soy. Entonces… basta. Que la milanesa se vea de ambos lados dos: la parte quemada y la que tiene pinta de qué ricor. Da vuelta la tortilla, no la presentés sólo de arriba con el perejil de adorno.
Basta de aparentar un orden que no existe. Aún la naturaleza que es fucking perfect es desordenada. Esas fotos de paisajes de revista no existen, o sí, pero son capturas. Todas esas fotos son instantes frezados –ojo que amo la fotografía-, momentos en donde el aire no huele, el viento no existe, no vuela arena ni hay insectos, el agua no es fría, ni tibia o caliente. Escuché en algún lugar –seguro una de esas películas con críticas nefastas y aptas para todo público- que lo que se ve en la foto no es lo que te hace llegar, no es lo que te hace durar, no es lo que te hace amar. La historia real de tu vida no está en las fotos, al menos que guardés las otras, y no te veo sacando una foto mientras discutís con el amor de tu vida –ni lo recomiendo tampoco-. Muchas de las fotos que guardamos son “uno dos tres diga whisky”.
Whisky sin hielo el que te querés tomar todas las veces en las que sonreís y no lo sentís. Porque la foto desordenada que tiraste –o borraste- o no sacaste, esa en dónde estabas descuarenjingado, descuartizado, ridículo, con el rollo del rollo del rollo en primera plana, donde la carcajada mostraba los molares de atrás, donde estabas enojado, desmoralizado o simplemente fuera de órbita, esa es tu foto.
Que nos conozcan de buenas a primeras como somos. Porque lo que escondés ahora, saldrá luego, con bombos y platillos; con los fuegos artificiales de primero de año y toda la sidra de más que te tomaste. Que nos vean así, bipolares, con imperfecciones, con inseguridades, despeinados, con cara de idiotas a veces e hinchados por la mañana. Y que ahí decidan, se enamoren o no, nos acepten como amigos o compañeros. Que ahí se queden o se vayan para siempre.
Que compren el 100% de lo que habita bajo lo que se ve en la superficie -tengo plan ahora 12 y hacemos uno en 24 cuotas sin interés si te interesa-. Esa es la verdad. Lo otro es tapa de revista.
Patricia Lohin
Enlace artículo Anti Selfie: