Revista Literatura
De aquí, de allá y de todas partes...
Publicado el 03 diciembre 2011 por Blancamiosi- Echa un vistazo a tu alrededor y coge el primerlibro que veas.
- Ábrelo por lapágina 89.
- Localiza laquinta frase.
- Léela y escríbelaen el blog.
Es un sencillojuego que propone Maribel Romero en su blog Ocurrió en Febrero. La idea la sacóde un premio que Winnie, del blog Lo que se ve es lo que hay, le envió.
No tenía nadaen mente para publicar en el blog estos días, pero acabo de pasar por el deFernando Trujillo, El desván de Tedd y Todd y me he encontrado con la fabulosanoticia de que vendió 2.000 libros en noviembre en Amazon, según sus propiaspalabras: Un nuevo récord de ventas. Me alegro muchísimo por él pues consideroque se lo merece en toda regla.
Creo que sihago un balance de cómo se han desarrollado mis ventas en Amazon podría decirque al principio costó un poco arrancar. Obviamente: ¿Quién podría comprar los librosde una escritora desconocida en Internet?
Uno de losmotivos que me llevaron a publicar por Amazon es el acceso a un mercado masivode lectores sin más esfuerzo que seguir unos cuantos pasos muy sencillos. La idea era atractiva y al mismo tiempo unreto, pues ya tenía un libro en Amazon ofrecido por la editorial yaparentemente los resultados habían sido escasos, por no decir nulos. De maneraque nada me garantizaba el éxito al publicar por cuenta propia. Sin unaeditorial “de respaldo” como solemos pensar habitualmente. Pues elresultado no ha podido ser mejor.No sécuál sea el método. No existe un secreto ni una fórmula y eso lo pueden decirlos compañeros que actualmente publican en Amazon.Lo cierto es que los lectores se decantan porun título y este va haciéndose conocido porque empieza a figurar en losprimeros lugares. Un vez situado en lossitios más vistos como son las primeras diez posiciones de cada categoría,tienen más oportunidad de quedarse allí, pues cuanto más te ven, más te compran. El lector generalmente compra lo primero queve, y si esa lista es de los Best Sellers,con mayor razón escogerán los que allí aparezcan. Creo que ese ha sido el trayecto de mi novelaEl manuscrito, que gracias a una portada llamativa (mérito que es todo de MiánRos) la gente hace el bienaventurado “clic” y tiene acceso a leer los primeroscapítulos de la novela. Una oportunidad que tenemos los escritores y que nodebemos desperdiciar, pues es el “enganche”. De ahí en adelante ya no sé qué más sucede conel libro ni con el lector, tal vez lo recomiende, es lo más probable. Una escritoracubana residenciada en España me escribió para decirme que un amigonorteamericano le había recomendado encarecidamente El Manuscrito y fue asícomo nos conocimos. Supongo que debe seresa la manera, lo que antes sucedía con los libros de papel está sucediendo conlos virtuales, la diferencia es que los virtuales no se prestan, así que no haypeligro de perderlos.
Existe una opciónpara prestar los libros, sí, pero tiene un tiempo determinado y creo que pocagente hace uso de ella. También está laopción de ofrecerlos como regalo.
Y ahora con laintroducción del Amazon en España, ya están empezando a comprar con másfacilidad y a un precio realmente irrisorio El manuscrito en España, aunquetambién se está vendiendo La búsqueda. Igualmenteestá sucediendo desde gran Bretaña.
Me parece queno hay mejor manera de internacionalizarse que ofreciendo el libro en Amazon, ya estácomprobado que tienen una infraestructura, una logística que hace posible quetodo sea sencillo tanto para el escritor como para el comprador. Sé de algunos amigos que me consta son buenosescritores y no han llegado a vender sino unos pocos ejemplares, y esto creo que se debe a que el grueso del públicoque compra en Amazon al menos por ahora, es el norteamericano de habla hispana,en nuestro caso. Acostumbrados a un estándaren el que las novelas están situadas en su mayoría en los Estados Unidos, conuna trama internacional, y “efectos especiales” muy a lo americano, tal comoHollywood logró implantar con sus películas, si las novelas tocan temas demasiado localistas o regionalistas, o si selimitan a una parte política o geográfica que no corresponda con el estándar queellos tienen en mente, difícilmente logrará captar su preferencia.
Y retomando loque propuse al principio aquí va mi quinta frase de la página 89 del libro Ángelesde cartón, de Miguel Ángel López Matamoros (Mián Ros), lo tenía justamente al alcance de mi mano mirándomedesde el estante:
―Ya me conoces, Luz… ―sonríe al hablar sinapartar los ojos de aquel escote. Ellaparece ruborizarse de una manera estudiada, viendo que no la mira precisamentea la cara,
Un magníficolibro, recomiendo su lectura a ojos cerrados. (Pensándolo bien, es mejor que los abran)
¡Hasta unapróxima entrada, amigos!
B. Miosi