Revista Literatura
De campo y camino
Publicado el 11 enero 2013 por DrgonzoEs una tarde mustia y desabrida de un invierno sin frutos, en la tierra estéril y raída donde la sombra de un centauro yerra. Por un camino en la árida llanura, entre álamos marchitos, a solas con su sombra y su locura va el loco, hablando a gritos. Lejos se ven sombríos estepares, colinas con malezas y cambrones, y ruinas de viejos encinares, coronando los agrios serrijones. El loco vocifera a solas con su sombra y su quimera. Es extraña y grotesta su figura; flaco, sucio, maltrecho y mal rapado, ojos de calentura iluminan su rostro demacrado. Huye de la ciudad... Pobres maldades, misérrimas virtudes y quehaceres de chulos aburridos, y ruindades de ociosos mercaderes. Por los campos de Dios el loco avanza. Tras la tierra esquelética y sequiza rojo de herrumbre y pardo de ceniza hay un sueño de lirio en lontananza. Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano! ¡carne triste y espíritu villano!. No fue por una trágica amargura esta alma errante desgajada y rota; purga un pecado ajeno: la cordura, la terrible cordura del idiota.Campos de Castilla: Un loco Antonio Machado