Este fin de semana pasado me lo he pasado de competencia en competencia.
Debo reconocer que mi carácter en sí no es muy competitivo que digamos, soy mas de ir a mi bola, pero estos dos últimos días he decidido hacer una excepción.
Por un lado el sábado 26 participe en la quinta edición de Isucon. Una competición de optimización de aplicaciones web que en los últimos años ha ido ganando cada vez más adeptos aquí en Tokyo. Este es el cuarto año consecutivo que participo… y el cuarto año consecutivo en el que yo y mi equipo mordemos el polvo.
Aún así resulta interesante pasar un día entero discurriendo y discutiendo estrategias a nivel de programación, infraestructura o datos.
Y por otro lado el domingo 27 participé nuevamente en los campeonatos de karate de Setagaya.
Este es el segundo año que participo aunque esta vez lo hice sólo en la modalidad de kata ya que no he tenido suficiente tiempo estos últimos meses para entrenar kumite correctamente y por otro lado disfruto más afinando los katas.
Quedé tercero en mi categoría, igual que el año anterior. Se me sigue atragantando Jion, al menos a nivel de competición. Así que tiene pinta de que los próximos meses mi rutina de entrenamiento no cambiará demasiado.
Nota curiosa es que ayer, al terminar la competición, una de las integrantes de la selección japonesa de katas nos hizo una demostración del kata Chatan Yara Kushanku.
Es la primera vez que tengo la oportunidad de ver tan de cerca un atleta de ese nivel en vivo. La verdad es que fue impresionante