De cuando te dejé ir,
Y dejé de traicionarme
-Y de traicionarte-.
De cuando solté la flor
Abierta,
Espléndida,
Húmeda,
Entregada al sol,
Y a la noche por caer.
De cuando la solté en el río
Y la dejé ir,
Flotando ininterrumpidamente hacia el mar.
De cuando la ola la devoró
Y ésta aún reía
Ostentando la felicidad infinita.
De cuando empecé a ser libre
Y amé tu libertad
Tanto como la mía.
De cuando me tatué una mariposa
Sobre el hombro
Que besabas los domingos por la tarde
Luego de la siesta.
De cuando tus besos que se secaron,
Y desparramaron
Los lunares en mi espalda,
Como el tiro de apertura
Desparrama las bolas
En la mesa de billar.
De cuando te dejé ir
Y dejé de traicionarme.
Patricia Lohin