De cuando la rosa dejó también de ser espina

Publicado el 11 abril 2014 por Gargallo

¿Quieres estar en el jardín de terciopelo y lilas?
Oh rosa sin espinas, verde talle donde el pudor te asiste. Cuéntame el cuento de los enamorados, sus abrazos y besos, dime sus palabras…
He aquí, alma mía, estos versos sonoros y con eco, recíbelos, susúrralos al viento. Escribe sobre tu piel el devenir de nuestras almas heridas.
Ven, rosa sin espinas al abrazo celeste de nuestros pies desnudos y  tus pétalos de corinto.
Doblegar para ti el arco iris y elige el color que más te guste, incluso todos.
© Carlos Gargallo