Uno de los mayores (y más antiguos) dinosaurios que tenemos en el mundo es aquel al que llamamos Fidel Castro. De una especie claramente en extinción, reina en su isla misteriosa desde hace tantos años que ya nadie se acuerda del mundo sin él. Parece que últimamente ha estado pensando seriamente en extinguirse, pero no tengo claro que lo tenga claro. Aunque parece que cada vez muerde menos (es carnívoro), debería considerar seriamente retirarse a algún zoo y dejar su isla a otros seres más evolucionados.
Otro dinosaurio carnívoro que aparenta provenir de una era muy, pero que muy anterior es ese ser llamado Admadineyah (no sé si he escrito bien su nombre pero, francamente, me importa un bledo) que también sobrevive en un territorio aislado en mitad del mundo. Más hambriento (de penurias) y sediento (de problemas) que el anterior, también más joven (física, que no mentalmente), siembra el terror en sus dominios con la ayuda de especies inferiores pero afines.
Hay una especie entera, llamada Microsoft, anclada también en constumbres y husos antediluvianos, que parece que continúa habitando este nuestro planeta. Si bien sigue teniendo muchos miembros, su dominio del medio para el que fue creada cada vez es menor, y su territorio se reduce día a día por la acción de otras especies mejor adaptadas y evolucionadas (Google, Apple e incluso la raza de seres libres llamada Linux).
Afortunadamente están en proceso de extinción los (esperemos) últimos diplodocus que se hicieron famosos por habitar durante unos días en las Azores (Ansar, Bush y Bleeeer). Estos tres seres generaron graves problemas en el mundo debido a su agresividad frente a otras razas y modos de vida diferentes. Fueron carnívoros, cazaron, pero ahora han tenido que volver a las sopitas...
Y hay otro más, aparentemente más inofensivo (suele ser hervíboro, aunque ha tenido épocas mucho peores), pero que domina aún un gran territorio. Aunque su nombre era otro, últimamente se hace llamar Benedicto XVI, y no debemos dejarnos engañar por su aspecto tranquilo... las mata callando. Es el último representante de una serie de dinosaurios cada vez más decrépitos, que basan su fuerza en la manipulación mental de los demás seres vivos. Si le ves venir, sal corriendo o será demasiado tarde...
Tenemos que andar con cuidado, porque parece que aquel meteorito no hizo del todo bien su trabajo...
PD: Parece que han encontrado restos de otro dinosaurio, éste sí afortunadamente extinguido del todo, en el Valle de los Caídos.
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