Casi cada semana, cuando se acerca el momento de escribir mi relato semanal, me hago la misma pregunta. ¿Sobre qué voy a escribir esta vez?
Porque, a pesar de lo que os conté en mi post sobre el tema perfecto, tener una idea revolucionaria es más difícil que tener simplemente una idea. Si, de cualquier situación podemos sacar un hilo argumental para una historia. Si, con imaginación y recursos una idea normal se puede convertir en una maravilla. Y aunque lo primero es cierto, lo segundo no tiene por qué suceder siempre (aunque mejora con la práctica).
Así que hoy quiero intentar responder a mi propia inquietud. ¿Cómo conseguir una idea original?
Antes de la idea original viene el miedo
El miedo a una página en blanco es lo que sucede cuando ya sabemos sobre qué escribir y nos enfrentamos a un folio vacío en el que empezar a crear nuestra historia.
Sin embargo, al menos para mi, el verdadero miedo viene antes de poder escribir. Antes siquiera de tener que enfrentarlos a la tan aterradora página en blanco. Cuando escogemos la idea sobre la que vamos a escribir. Si queréis leer sobre cómo escribir podéis echar un ojo a mis artículos anteriores sobre escribir un buen relato o escribir más y mejor.
Pero volviendo a esa idea. ¿Será suficientemente buena? ¿Dará para una historia genial? ¿Es original? ¿No la habré explotado ya?
Las ideas y la originalidad
Cuando os contaba una parte de los motivos para escribir que me mueven a este mundo de crear historias, os decía que la imaginación juega un papel importante.
Sin embargo, lo que de verdad es especial a la hora de buscar ideas, es ese pequeño click interno que sucede en nuestra cabeza cuando vemos, vivimos o pensamos en ese algo que podría dar pie a una historia. Y no me refiero a estar de cañas con unos amigos y ponerse a pensar en ¿qué pasaría si…?. No, me refiero a ese impulso constante de buscar ideas que nos lleva a decidir que el mero hecho de estar en una terraza con un amigo bebiendo una cerveza podría convertirse en una historia.
“La creatividad no entiende de vacaciones o de fines de semana” – David Olier
Porque la idea no es decidir si va a caer un meteorito al lado de esos dos amigos, o decidir si el amor de sus sueños aparecerá y se sentará con ellos. No, la idea como tal es esta: dos amigos están sentados en una terraza con una cerveza y charlando de su vida.
Pero… ¿es eso original? Antes de contestar conviene saber que el número de tipos de historia que se pueden escribir es limitado (no recuerdo si son 8 tipos de historias básica). Por lo que el meollo no es el qué vas a contar sino el cómo. Así que no descartes una idea sólo porque te parezca poco original. Será en fases posteriores cuando le des ese algo especial.
Entonces, si la idea no es imaginación…
¿De dónde viene esa idea?
La labor creativa de un escritor (y supongo que la de cualquier artista) no debe descansar nunca. La creatividad no entiende de vacaciones o de fines de semana. Cuando llega, ha llegado, y muchas veces cuando la buscas no la puedes encontrar. Así que ¿de dónde puedo sacar yo esas ideas?
- De la lectura. La más vital de las labores de un escritor es leer. No porque vayas así a plagiar a otros, sino porque cuantas más historias leas, y cuanto más veas cómo otros transforman sus ideas en verdaderas historias, más recursos tendrás tú para poder hacer lo mismo.
“Lee y escribe entre cuatro y seis horas al día. Si no encuentras el tiempo para hacerlo no podrás convertirte en un buen escritor” – Stephen King
- De tus amigos y tu familia. Además de ser una parte muy importante de tu vida, son personas afines a ti y que te pueden proporcionar una nueva visión sobre tus propias ideas. Son una de las fuentes de inspiración más interesantes que vas a tener en tu vida, así que aprovéchalos.
-
De tu trabajo. Siempre es más fácil escribir sobre algo que conocemos bien, y en tu día a día seguro que vives o tienes conocimiento de un ingente número de situaciones que podrían dar pie a una historia genial.
-
De tus aficiones. Cuantas más tengas y más distintas sean entre si, más podrán aportarte a todos los niveles. Personal, espiritual, físico, intelectual… y también a tu yo creativo. Analiza tus aficiones, seguro que encuentras algo que te pueda ayudar a crear una idea o a enriquecer alguna que ya tengas.
-
De tus viajes. Viajar, ver mundo, conocer gente… es algo que puede marcar una diferencia en cuanto a tus ideas creativas. Como ejemplo os dejo mi relato de El Castillo de los Sueños, fruto de mi viaje alrededor de Irlanda.
-
De tus sueños. Como me han recordado últimamente, no todos tienen la oportunidad de acordarse de la mayoría de sus sueños, pero todos podemos intentar recordar las sensaciones o las imágenes de alguno de ellos. En el peor de los casos, nada más despertar seguiremos sintiendo algo relacionado con ellos. Desde mi humilde punto de vista, ellos son el recurso más poderoso que posee la mente humana para crear cualquier cosa.
En definitiva, ten siempre la mente abierta y a la escucha de nuevas ideas. No sabemos de dónde pueden venir, pero sí que podemos estar preparados para anotarlas cuando aparezcan.
El resto, como en muchas de las cosas de esta vida, es cuestión de sentimientos. Cuando tengas un puñado de ideas, repásalas, y verás cómo alguna de ellas remueve ese algo dentro de ti que te dirá que esa es tu idea. Y si no la encuentras en la primera remesa, ten paciencia. Cuántas más ideas vayas generando, más preparado estarás para crear y encontrar una verdadera idea original.
Al final, pocos escritores viven de escribir. El 95% escribimos porque nos gusta, y sólo tu podrás ser capaz de determinar qué idea es verdaderamente original para ti. Pero cuanto más practiques y más ejercites tu músculo creativo, más cerca estarás de encontrarla.
Escrito por David Olier para el blog El Rincón de Cabal
Sigue el blog por Email
Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.
Archivado en: Escritura Tagged: Cómo, consejos, Escribir, Ideas, Lista, Opinión, Originales, Sueños