¿Cómo está siendo el arranque de año? ¿Os está tratando bien el mes de enero? Espero que sí, y que no hayan decaído las ganas por llevar a cabo esos deseos con los que todos solemos despedirnos del año viejo. Seguro que lo conseguimos.
Y sí, yo soy de esas que este año se ha apuntado al gimnasio. A raíz de mi percance del pasado agosto había cogido siete kilos de más, y luego han llegado las navidades, y claro, aunque trato de controlarme siempre durante las fiestas, los excesos ahí están y se acumulan... Necesitaba con urgencia ponerme en serio con una rutina de ejercicio físico.
Lo cierto es que trabajo en un polideportivo municipal, pero las actividades que tenemos no acaban de encajar con mis gustos actuales, y eso que tenemos casi de todo, o no me encajan por horario (trabajo a turnos)... Así que me he liado la manta a la cabeza y hoy he hecho mi clase de prueba de Fitboxing en un centro privado (en la competencia sí 😅😅). La experiencia, en cuanto a la dinámica de la clase me ha gustado mucho, porque yo lo que quiero es desfogarme en el saco y de paso ponerme en forma, sin necesidad de "pegarme" con nadie, y para eso están los "descansos" entre cada round, que se aprovechan para hacer ejercicios funcionales: sentadillas, plancha, burpees, abdominales, flexiones... Así que de verdad que me ha encantado y los 47 minutos se han pasado volando. Teniendo en cuenta que lo del sparring no me va mucho y aquí siempre se trabaja con saco individual durante cada round, es perfecto para mí. Así me evito golpear a alguien por un error de cálculo mío o que alguien me pegue a mí, por lo mismo.
Y diréis, ¿pero qué le pasa a esta? ¿Por qué me cuenta este rollo? Pues, porque aunque la semana pasada os adelantaba un poquito de qué iba a ir la entrada de hoy, no concreté demasiado sobre el contenido real. Y lo del desfogue para liberarme del stress, sobre el que os vengo hablando durante todos los párrafos anteriores, tiene mucho que ver con el texto que os traigo y con el que os traje la semana pasada. Así que espero que no os asustéis demasiado por el tono que empleo en él.
El texto, subido hace unos días a Los 52 golpes, está escrito a modo de "carta", y habla sobre las peculiaridades de un compañero de trabajo "encantador". ¡Ojalá no tengáis la suerte de tener uno parecido trabajando con vosotros! Para leerlo íntegramente tendréis que seguir este enlace o el que dejo en forma de imagen al final del fragmento que os traigo.
En fin, aquí va mi relato/carta en la segunda semana para la web de Los 52 golpes:
Logo de Los 52 golpes
DE ENCABRONADA A CABRÓN
(relato parcial)
Querido cabrón:
¿Qué tal te va?, ¿cuántos cafés llevas ya hoy?, ¿y cigarros?, ¿televisan hoy algún partido interesante que hayas visto durante tu horario laboral? ¿Es cómoda esa silla, verdad? Me alegro.No te puedes quejar. Me preocupo sinceramente por ti. Ante todo no conviene perder las formas, por mucho que seas el peor compañero de trabajo imaginable, y en esta carta haya mucha rabia mal contenida.Por cierto, ¿te cuento algo divertido? A veces he imaginado colocar, a modo de espantapájaros que te suplante, una chaqueta sobre tu silla (ya sabes: esa de la que solo te separas para fumar o tomarte un café tras otro). Hasta el momento siempre me he arrepentido y no he dado el paso, porque la chaqueta no merece ser depósito de tanto odio.
Para leerlo completo pincha en la imagen bajo esta línea...
Comprendo que os resulten chocantes tanto el tono del texto como su contenido, pero digamos que últimamente no llevo muy bien a los jetas, y necesitaba descargarme. Escribir sobre ello y practicar el fitboxing se suman y van en esa misma dirección. Espero que sus efectos sean duraderos, porque si no va a ser un año muy duro, me temo...
Y vosotros, ¿tenéis alguna manera o truco para liberar las tensiones diarias? Me encantaría saber cuáles son. Así que de paso que me comentáis qué os ha parecido mi "pseudocarta" (ya sabéis que la imagen que os dejo a continuación es para daros vía libre a hacer críticas literarias constructivas) estaría genial que me hablaseis también de vuestros recursos cuando la vida se hace cuesta arriba.
Bueno, cazadores, crucemos los dedos para que la próxima semana el tono de mi texto sea de otra índole. Nos leemos.
Un besazo.
Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por este rincón. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería y el mix-media. Producto de esa etapa nació:
www.fabricadeartesania.com
Afortunadamente, las letras han regresado a mi vida y no pienso renunciar a ellas, si puedo evitarlo.Te lo contó Rebeca.