De escribir y volver

Publicado el 29 marzo 2011 por Mfb67

Una vida o un hecho están sometidos a tal multiplicidad de factores que las predicciones resultan imposibles. Elvira Lindo.

¿Por qué tengo que tener siempre ganas de escribir?
No tiene sentido escribir obligado excepto que exista un suculento contrato de por medio. Hay múltiples factores, como dice Elvira Lindo, que intervienen, afectan y alteran el rumbo de nuestras vidas. Algunos los podemos controlar, otros no. Factores personales y colectivos que nos detonan o nos inhiben o nos deprimen. Cuenta la leyenda que Javier Cercas cayó en tal depresión que hasta su mujer lo dejó y después su perro. Luego escribió Soldados de Salamina y los focos volvieron sobre él y sus libros a las mesas de novedades. Gracias a los astros! porque es una de las poquísimas mentes brillantes y lúcidas de este país.
A mi todavía no me ha dejado mi hombre y por las dudas no tengo perro…

¿Para quién escribo?
En general para mi y sé que hay (más de) cuatro locos pasionales como yo que me leen y además son tan lindos que me reclaman. Eso no tiene precio. Gracias. Y para contribuir, modestamente, a una conversación alrededor de la cultura del vino, su presente y su futuro.

¿Para quién o qué no escribo?
No escribo para ningún ranking, aunque agradezco que me recuerden que hace dos meses que no publico y corro el riesgo de quedar excluida.
Entiendo que la dinámica cuantitiva de los rankings no es buena cosa para la calidad de los contenidos que estamos obligados a mantener, mejorar y sumar, en un sector como el del vino, en que abunda la nota de cata y falta mucho de todo lo demás, emprendeduría, relatos sensibles e independientes, una mirada estratégica, reflexión acerca de la escritura. Compartir información de valor.

¿Por qué escribo?
Porque me encanta contar aquello que se vuelve objeto y sujeto de mi observación. Todos venimos de alguna parte. Yo vengo de la sociología, de la observación entrenada a la que agrego el factor sensible. Y vengo del maravilloso mundo de la radio, de contar historias y de hablar con la gente. Vengo de una familia que se reunía y se reune alrededor del fuego a hacer asados, beber vino y contar cuentos. Mi familia trae en los genes el factor story telling:) Mi abuelo Breccia, mi tío Alberto, mi propia madre. Mientras lo escribo, me emociono;-
También escribo como una forma de ordenar los pensamientos y compartirlos. Este es el factor Internet. Creo haber comprendido esta herramienta y la uso, la uso, la uso…

¿Quién o qué pautan la frecuencia con que debo publicar posts?
Las musas…

¿Cuáles son mis estímulos?
Las personas en su ámbito natural. Viajar, coger un tren, un coche, un barco, para llegar hasta ellos y respirarlos (de los aviones huyo, ya que los aeropuertos se han vuelto territorios liberados al abuso de poder de personas sobre personas y me cuesta demasiado tolerarlo; además hay que despachar equipaje para trajinar botellas). Por ejemplo, un gran estímulo es la idea que hablamos con José Luis Mateo cuando nos encontramos en el Fórum de Gastronómic de Girona: una cata vertical casi completa, en Verín, de los vinos de Emilio Rojo. ¡No os podéis imaginar cuan estimulante resulta esta idea para mi! ¡Tanto como leer a Therry Teise!

¿Y mis desestímulos?
La desconfianza que no nos podemos sacudir del lomo, la consolidación de un Estado corporativista, el miedo a perder, que resulta un factor poderosamente inhibidor del riesgo y la emprendeduría, y un nivel de indignación que si bien comentamos de puertas adentro, nos cuesta demasiado sacar a la calle.
No haber podido establecer aun un espacio de confianza que permita hablar de plataformas comunes de comunicación, sin levantar ampollas o peor, indiferencia:(

¿Qué conversación entorno al vino estoy alimentando?
La de la cultura de emprendeduría. Sólo un tip: un chico irlandés, cliente devoto de Benôit, habiendo ya probado unas cuantas cositas en el 3er. Salón de Vinos Naturales me dijo… es que en España son todos unos parados… Y no precisamente por el 20 pico% de paro. No fue el único con el que hablé en estos términos y por supuesto ninguno de mis interlocutores fue parido en el ámbito latino.
No es la primera vez que lo escucho y no es la primera vez que lo escribo y me da mucha rabia seguir escuchando la cantinela, que aunque no del todo errada no es justa. Hay que trabajar muy duro para cambiar esa percepción que espero no sea una cuestión de autoestima.

Hace dos meses que no escribo pero me he movido por el mundo. Estuve en el Fórum Gastronómic de Girona, asistí a la sexta edición de Vitis Vinífera y por fin pude cenar en I Xemei!

Del primero me quedo con la experiencia de una idea bien realizada, con eficiencia, tanto off como on line! Del segundo, la oportunidad de aproximarse gratis a una cata de vinos que abarcaba muchas opciones, te dejaba tomar buenos apuntes e ir creando una parte del panorama del vino 2011. Del tercero me quedo con una experiencia gastronómica que recomiendo por su calidad y proximidad y porque es de los poquísimos restaurantes de Barcelona donde me siento como en casa charlando con Stefano de todo el vino del mundo!

Y de todos los personajes conocidos me quedo con uno, Nandu Jubany. Hacía tiempo que no iba a una conferencia en la que el expositor, en lugar de dormir a la audiencia, la ponía de pie ardiendo en aplausos. Fue el momento en que dijo que para ser emprendedor hoy, tienes que tener las ideas muy claras, ser muy obstinado y no hacerle caso a tu gestor cuando te dice que según su exel tal bussines no te conviene. Lo aplaudimos, cual si fuera un mítin político, cuando dijo que había que tener cojones y enfrentar a los bancos, que a él, con millones invertidos y dando trabajo a mucha gente, La Caixa le había dicho que no! ¿Por qué será que nos sentimos todos tocados en este punto y nadie se emocionó con los relatos de mira que restaurante más bonito me he montado en plena crisis?

Sería impropio contarles todas las razones por las que hace dos meses no escribo. Nuestra cultura latina, que tantos maravillosos lovers nos da, sin embargo es pacata y siento decirlo, todos venimos de ella. Nuestra sensibilidad está cultivada en su retorcida genética y yo, una de las máximas expresiones de lo pasional, jamás la comprenderé. Solo sé que si hubiera nacido negra, pobre y abusada en EEUU, hoy sería Oprah Winfrey.

Las fotos que publico son del grandísimo Chema Madoz

Fuente: Observatorio de vino
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