Quemé las cenizas de mi olvido conjurando las pupilas que se prendieron a tus ojos aquella tarde de octubre ya lejana. En aquella playa mediterránea en la que invoqué la hoguera de los sueños, se volatilizan hoy acendrados mis últimos deseos. Llena de besos vuelo entre la magia de todos esos labios que flotan entre un aire de mordazas y un soplo de sangre fresca.Y con la escoba barro en un recién nacido cielo de verano, fútiles y falaces promesas que nunca existieron.No sé si el fuego será capaz de hacer arder lo que ya son restos de una nada.Pero en los ecos de una ola, una boca ávida dice ven. Y entre su espuma, enrosco mi lengua disuelta en un cálido abandono.Y aún así, sin saber de dónde emerge una vieja garra que se aferra pusilánime a la vida, dejo mi cuerpo desprenderse al compás de una danza infinita y misericordiosa, dándole la espalda a viejas notas que nunca supieron acariciar ningún violín por los tejados. Es tan poca cosa un cuerpo... y es tan corta esta noche y su magia.Que arropada entre tus brazos, olvidaré por vez primera en mucho tiempo, dolor e incertidumbres. Y despierta entre tus manos, al ritmo de un resabio agridulce de niñez, y de esa sensación de sentirse protegida, porque sólo tu regazo, en noches de aullidos y naufragios, logra controlar mis miedos y aún encadenarme a un soplo de vida, quemaremos danzando al compás de nuestra hoguera esta nit de Sant Joan, harapos, cicatrices e incumplidos sueños.
P:S Os recuerdo que la historia está por acabar y sigue en este enlace...
http://eva-la-zarzamora.blogspot.fr/2013/06/os-debo-todos-una-disculpa.html