Os voy a contar como fue mi última guardia... Empezó cuando me llamaron para valorar una tripa fea de uno de los niveles, el II, que es dónde se supone que están pacientes no graves. Dolor abdominal que había empezado de manera súbita tras una colonoscopia. A la exploración: Abdomen en tabla con todos los signos de peritonismo que se me ocurrió probar. Llamé a mi tutor, no fuera a estar perforado, estaba de guardia también y ahorró al servicio de rayos el TAC que pensábamos pedir mi co-erre y yo, pidiendo algo mucho más barato, como es una placa de tórax, donde efectivamente, había neumoperitoneo y a correr... Cuando conseguimos explicárselo al paciente y a la familia nos metimos a operarlo. Bueno, lo operaron Hoyuelitos (más conocido como Misha) y El Capi (mi tutor, que no sé si os he dicho que me recuerda un poco a un capitán de barco). Yo me lavé con ellos e intenté estorbar lo menos posible y obedecerles. El tiempo se me pasó volando. Cuando creía que eran las 11, miré el reloj y ya eran las 14:20, y había pacientes esperando a ser atendidos toda la mañana. Menos mal que Miss Surgery andaba por allí, y junto con mi co-erre (que no sabe cuánto le echaré de menos cuando se vaya a uro que es su servicio), que estaba saliente de guardia y se quedó como un campeón, solucionaron en un pim-pam cosas que a mí me habrían costado horas.
Así las cosas, en un momento dado me fui a comer, después de ver uno de los pacientes complicados que suelen venirnos remitidos de trauma, pero eso será motivo de otro post. No sé cuántos pacientes pudimos ver por la tarde entre la adjunta más caribeña que tenemos y yo, pero sé que no pasé por el cuarto en ningún momento, y que no bajaría a él hasta eso de las 3 de la mañana, después de encontrar una puerta abierta por la que pude acceder al quirófano, ya que era en una de las taquillas de allí dónde lo había dejado todo, incluido el libro de la Asociación Española de Cirujanos que me ha regalado la Juana de Arco de la cirugía, con la que tuve el placer de compartir mis dos primeras guardias, y he de decir que reúne muchas cualidades que me gustaría tener algún día. Aunque por su juventud tiene que demostrar en todo momento que es adjunta, es de las más resolutivas y eficaces a las que he visto trabajando y además es un cielo, vamos que soy tan fan como de Jomeini ;)
Como iba diciendo, después de muchas urgencias, y una apendicectomía, al fin me fui a la habitación a eso de las 3. Tardaría media hora más en meterme en la cama, y un rato más en intentar dormir, porque quería repasarme el abordaje del tiroides, ya que por la mañana estaba programada en uno y la noche parecía estar tranquila.
Más o menos a la media hora de irme a dormir sonó el busca. Una enfermera de planta me preguntaba si podía ponerle nolotil a un paciente.
-¿Es alérgico?
- No, lo ha estado tomando hasta ayer. Es que le duele, le hacen la CPRE mañana.
- Bueno, pues ponle el nolotil.
Entonces me di media vuelta en la cama para intentar conciliar el sueño. De repente vino a mi cabeza la voz de la conciencia. "Nunca pongas un tratamiento sin haber visto al paciente". Mierda... ¿Por qué se lo habrán suspendido? Total que en 5 minutos me planté en la cuarta para ver cómo iba todo. Me leí la historia por si alguien había tenido a bien escribir porque suspendía parte de la analgesia. Al menos no había shock anafilácticos documentados. El paciente a los 15 minutos dormía plácidamente sin dolor. Objetivo cumplido.
Bajé de nuevo a ver si podía dormir, con la certeza absoluta de que no era la última vez que sonaría el busca. Y a los 10 minutos mi sospecha se confirmó.
-"El de la habitación tal está mal..."
- ¿Podrías ser un poco más específica? ¿Le duele algo? ¿Qué es para ti estar mal? Da igual, Subo en 2 minutos.
Y allí me encontré a un señor con cierto disconfort en lo que me pareció una crisis de ansiedad algo larvada. Como era diabético y tenía ciertos factores de riesgo me pareció buena idea hacerle un electro, aunque sólo fuera para quedarme tranquila. Craso error, porque apareció un Bloqueo de rama derecha que antes no había con una pequeña elevación del ST en V1 y entonces el paciente me empezó a contar que había tenido hemoptisis. Como llevaba una SNG yo dudaba un poco del origen de ese síntoma, y cuando estaba preguntándome porque habría elegido esta carrera (que me planteaba a esas horas y con tal falta de sueño tomar una decisión entre tres problemas posibles como: ansiedad vs síndrome coronario agudo vs TEP), de pronto como caído del cielo apareció por allí un internista que tuvo a bien venirse a ver al paciente. Le expliqué que en su casa tomaba una benzo para dormir, y que en el hospital estaba sin ella. A él también le pareció ansiedad, y el EKG con signos de uno de los tipos de Brugada. Parecía que gracias a Dios el paciente se iba calmando y mejoraba, así que escribí en la historia que le hicieran un EKG por la mañana bajo recomendación del internista, y por mi parte una placa de tórax y otra de abdomen, porque de paso me comentó que no hacía deposiciones en 15 días, cosa que tampoco me extrañó mucho porque le habíamos quitado medio colon y una parte del otro medio el lunes, así que el intestino estaba un poco en shock todavía. Pero vamos que yo la pedí por si acaso y escribí en la historia todo lo que me pasó por la cabeza en ese momento. Ya eran más de las 6 y media cuando me iba de nuevo a mi cuarto y la enfermera me pidió que fuera a ver a una paciente que respiraba regular. De esa sí que me sabía la historia a la perfección, ya que mientras todo el mundo celebraba la victoria de España, nosotras peleábamos en quirófano por darle un poco más de tiempo. Tras más de dos semanas en la REA, donde he ido a verla casi todos los días, subió a planta, y cuando fui a verla estaba en claro fallo cardiaco. Le subí la cabecera para que no se ahogara del todo, y fue entonces cuando decidí ir a buscar a mi adjunta, ya que el busca lo tenía el Capi, y no quería molestarle si no era necesario, pero aquello me superaba claramente. Nos ponemos en las 7 de la mañana cuando le medimos la PVC y estaba en 20. Gasometría, placa de tórax, 2 seguriles e interconsulta a interna. Mientras llegaban decidí bajar y ver la placa en el ordenador de urgencias, porque tenía claro que si me quedaba en la sala de las enfermeras me tocaría pasar la planta entera y me quedaba hora y media para entrar a quirófano.
Media hora más tarde llamada otra vez de la misma enfermera: "El de Interna dice que la paciente está bien". ¿A quién ha visto ese hombre? En fin, como no podía hacer nada y la guardia estaba a punto de acabar decidí que en media hora llamaba al Capi y le contaba. En cualquier caso, no había mucho que se pudiera hacer ya por esa mujer, ya que todos los recursos médicos disponibles estaban ya agotados.
Cuando llegó la hora de pasar la guardia se me mezclaban todos los datos de los pacientes, hasta el punto en que, el que considero mi hermano mayor dentro del servicio, aunque por aquí lo llaman mi adjunto el del cochazo, me ordenó que fuera a tomarme un café antes de seguir intentando hablar incoherentemente. 3 cafés después, volví a pensar de nuevo, y una hora más tarde estaba lavada en quirófano, con el jefe y el adjunto con más sentido del humor operando lo que tenía que ser un hiperpara y resultó ser un adenoma. Después de eso un Graves. Tengo que decir, que para mí fueron una recompensa esas dos cirugías después la guardia. Una noche entera tratando patologías de medicina interna me hacían estar ansiosa de ver sangre. Conozco la técnica, porque la he estudiado bien, y sobre todo porque ya he visto hacer bastantes, así que me encantaron, y disfruté cada momento, hasta que acabamos a eso de las 3 de la tarde.
Ahora me voy 5 días de vacaciones, que aunque no os lo creáis, siento que me las he ganado...