De la musa, a un poeta.
Desnuda de carne. Sin piel me dejas. Huesos disueltos en tinta. Alma de letras.
Insolente explorador eres de mis verdades bajo llave y mis mentiras a luz velada. Al azar, en versos me desgranas, y te adentras descarado en este aire que me respira.
Cómplice ausente de este vil asesinato... Tú, me arrastras a la vida.