Ilustrac: Ady Prado
LLegó así: colgado de la panza de su mamá.
Después anduvo sujeto al hilo de un barrilete.
Más tarde giraba en el borde de la taza de té.
Un día lo vieron en la orilla de una gota de
lluvia o tal vez de lágrima. Si mirás la luna
cuando está completa lo verás prendido como
una estrellita azul. Si te reís con mucha alegría
en la panza seguro te hará cosquillas en la
boca. Y cuando te duermas cuidará tus
sueños acunado en tu pestaña.
Natalia Brandi