A veces las cosas me dan risa, especialmente los problemas porque regularmente son resultado de una estupidéz, independientemente que tengan solución o no, es inevitable no contemplarlos con humor porque ese es el espíritu que te ayuda a superarlos. Un problema para mi es un payaso tratando de divertirme, si en mis manos está en resolverlo, lo hago... acompañado de una carcajada. Si en mis manos no está la solución, entonces dejo que el show termine por sí solo. Porque para mí un problema es como la moda, tiene fecha de caducidad, si no se supera se olvida y si vuelve a renacer... para entonces ya tendremos la tecnología, la ciencia, la experiencia y la sabiduría para resolverlo más rápido y como una que otra enfermedad, hasta la vacuna para evitarlo.