Revista Diario
De la tristesse et du pardon VII. Un destello de felicidad...
Publicado el 22 marzo 2014 por Evamric2012No me gusta la palabra perdón porque para eso tiene que haber un culpable. Y en las relaciones entre personas, las cosas que suceden siempre tienen dos culpables (y dos inocentes): dos personas viendo las cosas desde ángulos distintos. Y cuando algo se rompe, hay que "reconciliarse": aceptar la razón parcial del otro y disculparnos por nuestra propia parcialidad.
Eso creo. Perdonar es pensar que tenemos la razón pero somos magnánimos...
La tarde cae paulatinamente como guareciéndose de este nuevo e intempestivo aguacero primaveral, y la violencia de la lluvia abrazada al viento entumece la palabra.Descuelgas el teléfono:- - Sí, oye mira…- - Disculpa, ¿quién eres? ...Ni siquiera reconoces aquella voz tan usual, aquella vibración que al escucharla antaño te recorría el cuerpo entero de un calambrazo lleno de magia, aquella voz que despertaba el orgasmo apenas la sentías en alguna frase sin sentido, o en ese recuerdo que llevaba tu nombre como sorpresa.- - Soy yo… Ya la reconoce, y se incorpora de golpe y dispuesta a afilar de nuevo la espada, la lengua…- - Y ahora ¿qué pasa?- - Necesito que me perdones. Que tengas piedad de mí. Sabes que lo que hice nunca fue con la intención de… sabes que …Ella no escucha, se levanta y deja el teléfono tirado en medio del salón, en ese rincón oscuro que lleva el nombre de ayer.Ya ni escucha. Y él acaba por entender que es mejor colgar. Y por primera vez ni insiste. Ambos saben que la reconciliación será imposible. Que son el Norte y el Sur. Que ya el perdón no tiene cabida cuando es mentira. Que la verdad cuesta poco, pero cuando funciona sólo en una parte del interruptor, on-off, los fusibles acaban por fundirse.Y ya luego, mientras las palabras se pierden en el cementerio del auricular, desmembradas, solitarias y absurdas, ella se va calzando las botas altas, saca aquel vestido que tanto le gustaba, se maquilla, se mira en el espejo, y se dice que está muy guapa, y que bueno, que sí que lo perdona, que ya ni le duele toda aquella historia, pero que pague antes, que ser magnánima no le cuesta ya nada, porque el futuro lleva el nombre de eso que pese a todo y a todos, e inclusive en los días de tormenta salvaje que lo arrasa todo en un nuevo tsunami, si sigue en pie, es porque todavía sabe que sigue esperando ese giro que nos promete la vida, ese nuevo destello de felicidad…Y que como aquel que dice, está a la vuelta de la esquina. Y sin pedir cita.
A sabiendas de que, ¿quién se sitúa o es capaz de hacerlo a nivel de un Dios, para saber que tiene o posee la verdad absoluta, por mucho que sea la suya…? Sólo los paranoicos que se ignoran pero que siguen mitiéndose a sí mismos... concluye, cuando esperando el ascensor, sale de casa en busca de un presente que hace tiempo dejó de mentirse y de metirle a sí mismo y a sí misma, bajo esa máscara que hace tiempo también, decidió suicidar en el Sena.
P.S. Gracias Maria Jesús, por haber estado a las buenas y a las ni tan buenas. Por haber soportado conmigo a esas víboras que intentaron ensuciarnos tanto y por puritica rabia, envidia, y ni lograr en sus mejores días llegarnos ni a la suela del zapato; y que ignoramos, y sólo así se dejaron de joder. Mil besos, mi galleiga, y meigas fora!!!. y gracias, por participar en todas mis aventuras desde que abrí este blog, y por ese carinyo y respeto compartidos.
Gracias, grande muller!!
absoluta, por mucho que sea la suya…?