Descalza,
sin
pasos
que
andar
o desandar,
besando el paso
de las luciérnagas
celosas...
Alejo brumas,
misterios,
huellas
que las
olas
se llevarán
destilando
vida
ocasos,
y resacas
de ebriedades,
soledades,
edades sobrias,
bajo el manto de
un aprendizaje
que sólo sabe
de cien años de soledades,
gitaneando
la vida,
abrazada a un Melquiades
que tanto me costó
besar
y hoy,
me besa en los
labios...
Hasta que logre poner
mi boca
en alguna subasta
al mejor postor
y regateando.
Que por un gitano...
¿de qué nos sirven hasta los besos y la boca?
Y los latidos...
¿Mejor seguir
cimbreando?
;-)
P.S: Este post va dedicado a todos mis argentinos y a Mirella S en particular, porque todos tenemos la muerte pisándonos los talones, en la otra orilla...
Porque me hiciste recordar de cuando antes de ser Zarzamora, fui Luciérnaga, y ambas juntas...
Besos pues, de luciérnaga... que iluminen cada uno de tus huesos.... por devolverle bella dama, a Ud, cada una de sus palabras que vuelan como pájaros en mi pajarería loca y tanto me inspiran.
Un Tango "luciarnaguero"... va por Ud.
No es de Gardel el temita, ya sé...
Mil perdones de antemano a los puristas, ya saben como soy...