De machismos, feminismos y ovejismos

Publicado el 17 diciembre 2012 por Rizosa
Yo no soy muy de meterme en debates sexistas porque parece que con determinados temas nos volvemos unas hienas salvajes y sordas y dejamos de escuchar para defendernos con uñas y dientes, como si alguien nos estuviese atacando tan sólo por pensar diferente.
Pero es que hoy ya ha sido la gota que colmó el vaso. Estaba yo saludándoos en fareborn y preguntando cómo pasaríais la Nochebuena, cuando se me ocurrió decir que mi Navidad ideal sería en una playa caribeña, en chanclas, bikini y con un cocoloco en una mano y un buenorro macizo en la otra. Ese simple sueño ovejoso bastó para que un fan de la página se indignase y me respondiese con este comentario:
Francisco Martos Fernandez: Maromo buenorro como objeto de uso del mismo nivel y a la altura de un bikini o un cocoloco, bien por ti.
Y claro, me quedé de piedra. Porque aunque en este caso fuese solo una forma de hablar, (ya que con lo de buenorro macizo quería referirme a mi pareja) creo que en caso de hablar de cualquier hombre en general tampoco estaría cometiendo ningún delito. Es decir, se puede pasar un buen rato sin necesidad de faltarse al respeto, ¿no?  ¿Tan chungo es querer divertirnos con gente que nos atraiga? ¿Hay que estar enamorado para ir a darlo todo a las Maldivas, porque si no le estás utilizando? ¿O lo que le mosquea a Francisco es que yo soñase con un buenorro y no con un hombre normalito así más parecido a él? No sé, eh, ahí lo dejo, pero mis sueños son míos y yo me los imagino como quiero.
Entonces me vino a la mente el anuncio de Desigual, este que se ha hecho tan famoso y "polémico" porque muestra a una tipa delante del espejo poniendo duckface y pensando que este año se tira a su jefe, que está cachas. Como idea en sí me parece estupenda: que cada cual haga lo que quiera con su vida, por favor. Seamos felices y pasémoslo bien, que la vida son dos días. Pero sin faltar al respeto. Sin engaños, sin fingir lo que no es. Sin hacer daño a nadie. Si el jefe está de acuerdo, ¿cuál es el problema? ¿Nadie ha pensado jamás "qué buenorro está, yo le daba"? ENGAYÁ.  Otra cosa es que en el anuncio se hayan pasado un pelín con el rollo ese de mujer liberal, que creo que lo del término medio no lo llevan muy bien esos publicistas y casi ponen a una mujer frotándose con las esquinas de los sillones, pero ese es otro tema.
En definitiva, que me parece estupendo que nos liberemos de prejuicios y nos alegremos la vida como mejor nos parezca a cada cual, pero siempre sin perder el norte, recordando que no estamos solos en el mundo y que todos merecemos ser respetados seamos mujeres, hombres u ovejas. Si uno se divierte mola mil, pero si se divierten los dos ya es la hostia. 
Ah, y Francisco, que sepas que yo a mis buenorros-objeto les trato fenomenal. Cuando quieras te busco un hueco.