Una brisa saladapor la carne desiertacruza al amanecerAndrés Acedo
Dame tu lucidez de vapor,
de tu mesa dame el protocolo y el peso
de tu maleta de tiza,
permiso pido a tu nombre
para ponerlo a mi calle
porque tú eres el rey de los plurales,
valioso
como un puente intacto sobre el río.
-Neceisto un globo para sobrevolarte.
Si en nuestro honor se despereza el mundo
con sus máquinas,
si nos hiere la luz... busquemos casa.
Agarra de mi mano pura la tuya
contaminada de culturas.
yo te invito a los tanatorios
que no cierran durante toda la vida
ya estuvimos allí, hace un día,
a cambiar estos cuerpos
que no nos corresponden
no quisieron servirnos, pero ahora
"¿un descansito con hielo señores?"
-No. Yo quiero bailar. Para eso pago.
María José Bernal