En ese artículo ya hablaba de que las editoriales explotan al máximo un fenómeno literario una vez que lo encuentras. Pero en esta ocasión quiero ir más allá y hablar de las (a menudo absurdas) estrategias de márketing que utilizan las editoriales a la hora de leer sus libros, comparándolos con otros de temática parecida que han tenido éxito. Me explico:
"Imprescindible para los fans de Los Juegos del Hambre" - Corazón de fuego
"Zombies de instituto para los fans de Crepúsculo" - Generación Dead
"El nuevo Harry Potter" - Oksa Pollock
"Cazadores de Sombras crea un mundo en el que me encantaría vivir" - Stephenie Meyer sobre CdS, con su nombre bien grande en la portada
"El libro favorito de Edward y Bella" - Cumbres borrascosas
No hace galta que siga, ¿no? Creo que el último caso ya resulta especialmente sangrante. Lo que pasa aquí es que hay editoriales que no saben qué hacer para vender, y por eso se intentan aprovechar de otros fenómenos literarios. Pasó con Harry Potter, pasó con Crepúsculo, pasó con Los Juegos del Hambre y seguirá pasando. ¿Por qué? Porque funciona. La gente sigue cayendo. Así de impresionables somos.
Ahora parece que la moda ahora son las novelas tipo Cincuenta sombras de Grey: porno para mamás según unos, erótica para otros, y porno a secas para la mayoría. Nadie conocía este libro, salvo los que habían leído el fanfic de donde salió. ¿Qué pasó? Que las editoriales de todo el mundo empezaron a venderlo como la novela de la que todos hablan. Surgieron cientos de artículos hablando del libro, de cómo algunos se escondían en el metro para leerlo, etc. etc. Y, por supuesto, la gente fue borreguilmente a comprarla. Si todos hablaban del libro, ellos no iban a ser menos. Un diez para el departamento de marketing de esas editoriales.
Ahora bien, parecía que lo de ese libro iba a ser un caso aislado. Pero hoy me encuentro con una sorpresa en twitter: al parecer, la editorial Espasa publicará en septiembre la novela que veis al lado. ¿Que cómo la promociona? Palabras textuales: La nueva novela erótica que está arrasando en EEUU. Pero, como ya sucedió con Cincuenta sombras hasta que empezaron a darle bombo, de arrasar, poco. Sus poco más de dos mil reseñas en Goodreads no se acercan siquiera a las cerca de treinta mil que tiene su predecesora... pero no pasa nada, porque la comparación ya está hecha y la gente caerá. Es inevitable. ¿Será el llamado porno para mamás el nuevo fenómeno literario?
Yo no quiero entrar a debatir si estas novelas son buenas o malas, o si el género es bueno o no, porque esa es otra cuestión. Pero me pregunto: ¿de verdad somos tan influenciables como lectores? ¿De verdad nos resulta tan sencillo caer como ovejas en las absurdas estrategias de márketing de muchas editoriales? Ahí lo dejo.
PD: como luego pasa lo que pasa, aclaro: no pretendo insultar a nadie con este artículo. Lo de las ovejas es una analogía, y, después de todo, yo también he sido oveja en alguna ocasión. En cuanto al porno para mamás, es la expresión que se utiliza en la mitad de artículos y reseñas sobre la novela.