De olores y de humedad...

"Ruinas tapiadas con salida al mar." ("Collage de arena") Formato A3.

Me dejo ir detrás del rastro de olor a tabaco recién encendido... el amplio portal/veranda de tablones de madera y baranda también de madera en crucetas está húmedo por causa de la lluvia reciente... todo huele a tierra mojada, a madera humedecida y al polvo acumulado de la calle ahora también húmedo... la baranda está pegajosa pero a Ella y a mí no parece importarnos... pego mi cara que llega exactamente a la altura del pasamanos y huelo, inspiro profundamente y existo...

En la calle de tierra, entre los arroyuelos agonizantes del escurrimiento pluvial aparece de repente la pandillita de mis compinches, de fango hasta los ojos, vistiendo sólo pantalones cortos, descalzos y sin camisa... 

-¿Te han castigado que no has venido?!... -pregunta el más osado, sin importarle para nada que Ella lo vea preocuparse por mi supuesto estado de cautiverio familiar impuesto-

-No, tengo gripe...

Todos, como si se hubieran puesto de acuerdo tras un ensayo, remedan azotar a sus imaginarias cabalgaduras y se precipitan en fila india por el exiguo caudal de agua fangosa de la calle... cada uno pretende pisar más fuerte que los demás, para levantar más salpicaduras que no sólo les cubran sino que obliguen a los demás a protegerse la cara y los ojos con las manos... más que gritar aúllan... y así, hasta que los veo doblar como una exhalación en la próxima esquina...

... Ella expulsa una bocanada de humo y me mira fijamente desde arriba...: 

-Me falta un carretel de hilo de coser en el armario... ¿lo has cogido tú?...

-Sí, tenía que empinar un papalote ayer; habíamos quedado en eso, en "El Ranchón", los muchachos y yo...

-Te he dicho que me pidas las cosas antes que cogerlas sin permiso, no lo hagas más!...

-Sí... pero luego te pido cosas y dinero y no me los das...!

-Acostúmbrate a que no se puede tener todo en la vida, y a que tampoco puedes coger lo de los otros, eso se llama robar...!

-Sí, lo sé; pero no soy ladrón, y tú tampoco eres "otra", de esos "otros"...

Se hace un silencio molesto entre nosotros que Ella rompe de forma inusitada...:

-Mira ¿tú ves así, al atardecer, después de haber llovido y con el sol poniéndose?... tú vas ahora al cementerio y ves que todos los muertos han salido de sus tumbas y les tiembla la boca y el cuerpo porque tienen frío, les castañetean los dientes...

... y yo me hago a esa idea, y hasta me parece verlos, a los muertos, en eso, pero no siento ninguna emoción ni miedo, me parece normal que sea así... e intuyo que no puedo hacer nada por esa gente del cementerio que tiene frío, porque ya bastante tengo con esta gripe de ocasión que no me deja salir a correr con mis amigos por las calles de tierra de mi barrio, como un salvaje, sintiendo las ráfagas de agua con fango que me azotan las piernas, el pecho y la cara... Y eso que aún no me imagino la vida de mierda que me espera, prisionero por décadas en esta AlcatraCuba que sólo existe "victoriosa" en la mente enfermiza de un megalómano y su pandilla de secuaces usurpadores... 


Para una Infanta.
Fulgura lo profundo
de sus cuencas vacías…

Yace en su mecedora,
urdiendo tramas de retorno

en perpetuo extravío…

Su reloj ya no cuelga en la pared…:
Las agujas dan saltos
hacia el vidrio de la tapa;
el péndulo reposa como ariete enmohecido

Ya no hay puertas…

Duendes y brujas se perdieron
en la umbría del sitio
donde partió Nenena.