No es voluntad lo que falta, quizá es destino
Quién puede arropar pasados clandestinos?
Cuando abrazas y sientes el temblor certero
de aquello que, objeto de un atávico deseo,
compartió espacio y tiempo en laberintos
por donde se esconden tantos recuerdos
y se diluyen las heridas en grises olvidos
Tan solo un curioso azar, no hubo motivo
para convertir las risas en pasión y besospara atrapar el desnudo sabor del instinto
Que así conduce los mejores momentos
que esconden tantos parques vespertinosdonde el rito renueva la verdad del cuerpo