Con un sonoro rugido consiguió atraparla entre sus garras y partirla en dos, sin apenas pestañear. Belorofonte, agotadas las flechas, subió a lomos de Pegaso, se encomendó a su diosa Atenea y, en una maniobra desesperada, embutió la punta de su lanza en las fauces de la fiera. El aliento expelido resultó tan tórrido que terminó fundiendo el metal y una densalava inició su descenso por el tubo digestivo del monstruo calcinando, sin remedio, sus entrañas.
Los dioses agasajaron al héroe, lo colmaron de joyas, lo proveyeron de alimentos para varios años, lo invitaron al Olimpo... Se convirtió en el ídolo de moda, el mayor de los valientes conocido. Un semidiós deseado por las damas, envidiado por los varones y aclamado por los infantes. El mayor libertador del mundo conocido. Su cuerpo, terriblemente lacerado, atestiguaba su valor y fuerza.
Pero, tras días de celebraciones, ha llegado la hora de decir adiós. Debe despedirse de fastos, boatos y fiestas... Y regresar. Es tiempo de volver a casa, al calor de su hogar. Es tiempo de explicar, de modo convincente, a una esposa incrédula y suspicaz dónde diantres ha estado metido la última semana, algo que Belorofonte vive como una calamidad de dimensiones cósmicas.
#HistoriasdelaHistoria
Zenda-Iberdrola
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure