Revista Literatura

De quién depende tu felicidad

Publicado el 30 diciembre 2016 por Lachicadelte
Qué difícil es aplicar la teoría, sobre todo si se trata de sentimientos... Hace poco hablaba sobre cómo debemos empezar por querernos a nosotros mismos para poder empezar una relación con alguien. Me lo he estado repitiendo a mí misma como una terapia y supongo que he conseguido algunas cosas interesantes, pero no lo he aplicado al 100%. Y es que es muy difícil atenerse a ciertas premisas cuando los sentimientos están ahí, porque al final te dejas llevar por ellos. 
Lo verdaderamente peligroso de presentarse así de vulnerable ante una persona es que dejas que tu felicidad dependa de ella: de lo que haga, de lo que diga, de lo que sea que te haga sentir bien. Y ahí es cuando estás jodido, porque todo es tremendamente subjetivo y lo que a ti te puede parecer una palabra borde por parte de la otra persona, en realidad no lo es; y al revés, puedes ver intenciones hacia ti que en realidad no están ahí. Resumiendo: te montas la película y te dejas afectar por ella, y cuando las cosas no salen como tú quieres, la decepción es mayúscula y es cuando empiezas a sentirte ridículo.
De quién depende tu felicidad
Esta es una realidad que intuía, pero fue ayer cuando fui perfectamente consciente de ella. Estuve hablando con el chico que me gusta y me di cuenta de que mis expectativas y mis intereses no son los mismos que los suyos (como es lógico); yo pensaba que a él le apetecería verme, y que buscaría cualquier excusa para hacerlo (como hago yo), pero no fue así. Y mi primera reacción fue enfadarme con él. Y después me enfadé conmigo y me pregunté por qué permito que ocurran estas cosas en mi cabeza. Tardé unas dos horas en dormir pensando en todo esto y en por qué me salen las cosas tan mal. Pero la realidad es que no me salen mal, es solo que observo la realidad con un filtro que no es el que me corresponde, dejando que sean circunstancias externas (el chico, en este caso) las que condicionan mi forma de ver las cosas.
Con esta reflexión no quiero decir que no podamos esperar nada de los demás, o que no podamos hacer felices a los demás, pero eso es algo que tiene que venir a mayores de la aceptación de la realidad. Debemos ser personas suficientemente fuertes para no dejarnos vencer por una brisilla de verano que sople en contra nuestra, haciéndonos cargo de nuestras propias fortalezas y debilidades, aceptarlas y a partir de ahí construir algo en lo que siempre podamos encontrar un apoyo para nosotros mismos, y que también pueda servir de apoyo para los demás. 
Creo que tengo herramientas más que suficientes para, primero, darme cuenta de que soy una persona totalmente capaz de hacerme cargo de mi propia felicidad, y segundo para ponerlo en práctica y dejar de depender en cosas externas para sentirme bien, motivada o... feliz. Puede que entonces venga a mí todo lo que necesito, todas las respuestas de estoy buscando.
¡Nos vemos en el próximo té!
De quién depende tu felicidad

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Lachicadelte ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas