Todavía con un poquico de resaca navideña y muchos kilometros en el cuerpo ,nos incorporamos al tajo.
¡Ah, eso sí, con el ordenador a punto de dar el último suspiro , que me deja hacer única y exclusivamente lo que le dá la gana a él...y la camara de fotos en casa de mi madre a 800 kilometros.
¿Quien dá más?