Dicen que las cerezas son para el verano, y la lluvia para abril, y que sólo las hojas de los árboles mueren cada otoño, y… dicen y
dicen, pero yo he comido cerezas en invierno y he visto llover en agosto, y vi caer las hojas de los árboles en primavera, pero dicen y dicen que los besos sólo se dan en las bocas, y que el corazón y la razón son incompatibles, que un genocidio es una guerra, y que la nieve es blanca, que toda la poesía es bella y sutil, que los libros no te enseñan lo que es la vida, que la muerte es una salvación, que la mentira es a veces necesaria cuando la Verdad no ayuda, que la tierra es plana, que descendemos de un par de locos en pelotas y llevamos tatuados el pecado porque una mujer mordió una manzana, que la luna dirige nuestros estados de ánimo, que el horóscopo define nuestra personalidad, que las pirámides fueron cosas de extraterrestres, que las vacunas son el mal de la humanidad, que la ciencia es una quimera, y dicen … y dicen, dicen, y dicen… y con quienes peor lo llevo y jamás confesaré es con aquellos que se dicen y creen que por mucho decir lo que dicen es sinónimo de libertad.