Un día, una red social me llevo a conocer a una linda persona,… alguien que sin tan siquiera conocerme, me saludó y me dijo “buenos días @belengreece”… a partir de ese momento fuimos hablando, a veces a través de esa red social, otras a través de mensajes privados…
ella fue contándome, yo fui contándole… Yo le dije que tenía un blog,.. y que se lo mandaba para que en privado lo viera,… ella me contesto “anda cartaurgente es tu blog”… y así empezamos a conocernos…Le encanta escribir y yo la animo a hacerlo,…
le comenté que le prestaba “cartaurgente” para que pusiera lo que quisiera,
que lo hacía muy bien,…
el otro día en el post de HOY SE ESTRENA…lo he comprobado… Así que este blog, vuelve a abrir su telón,... el telón para dejar una entrada que ha mandado Sofía,…
es una entrada preciosa y donde he querido regalarle las dos entradas de la mejor fila y del mejor palco para quien va dedicada….Sofía, volvemos a estar de estreno,… espero que ellos se hayan ocupado sus asientos y escuchen con atención esto tan bonito….. (Belén) Hay días en los que llegas a casa agotada, con ganas de poco más que ducharte y dormir, sin tan siquiera cenar. Precisamente ayer, era uno de esos días. El calor asfixia en la ciudad últimamente y el trabajo se hace incluso más largo y pesado, pero ayer era su día y yo no podía fallar. Cuarenta y tres años, que se dice pronto.
Esa gran cantidad de primaveras son las que llevan mis padres en el bonito y a la vez complicado camino del matrimonio. Y ayer, un año más, lo celebraban junto a sus hijos, nietos y amigos, en una mesa de más de veinte personas con una gran comida preparada por mi padre, para todos nosotros y el que se quisiera unir. El por qué quiero compartir esto con vosotros es sencillo….. Mi madre tenía veintisiete años y mi padre veinticinco cuando se casaron. Yo tengo veintiséis, estoy entre medio de ambos, no tengo novio y aunque a veces lo eche de menos, pienso que incluso es mejor que tenerlo, porque miro a mi alrededor y sólo veo una sociedad materialista, que se está acostumbrando a gritarse que se ama desde muy joven, mediante redes sociales y demás, y que sin embargo no conoce el amor ni lo quiere conocer. Cada vez hay más divorcios, más infidelidades, más madres solteras… Nos queremos en dos días y nos odiamos al día y medio. Hemos olvidado que en el amor no sólo vale quererse, hay que respetarse, hay que confiar y hay que ser sinceros. Y qué difícil parece eso… Pero qué queréis que os diga, os habla una romántica, enamorada del amor y que aún tiene fe. Quizás porque tengo el ejemplo en casa, porque gracias a Dios mis padres han vivido y espero que sigan viviendo por muchos años, una vida larga y buena uno junto al otro. Tienen tres hijos y cuatro nietos que les dan la vida, los vuelven jóvenes. Se pelean como todas las parejas, claro que sí. A veces discuten de forma tan infantil que me paro a escucharlos y tengo que reírme con ambos. Los dos son tercos como mulas (cómo iba a salir yo, si no). Él es la constancia y la generosidad en persona, ella la paciencia y la cordura. Él es celoso y ella se ríe, ella se enfada y él se quiere ir a bailar, y así… Han sido emigrantes en Alemania, han soportado pérdidas y enfermedades, han levantado un negocio y ahora que la cosa está fatal, no nos dejan caer a nosotros, sus hijos, aunque les cueste los ahorros de toda su vida. Han viajado por el mundo, han celebrado decenas de ferias (y con la pila que gasta mi padre, admiro aún más a mi madre). En lo bueno y en lo malo, como se juraron ante Dios un día, pero siempre juntos. Les quiero, les admiro y deseo que la vida algún día, me regale alguien con quién compartir el resto de mis días tal y como ellos hacen desde hace cuarenta y tres años. Porque el amor, el de verdad, es para siempre.
PD: Que no os confundan, el amor existe, está ahí en nosotros, en lo que hacemos, en lo que regalamos, en nuestros sueños. Que no os lo robe una mentira, que no os lo camufle una publicidad, quizás no existan amores de película, pero si que existen amores de verdad. (Autora de esta entrada.- Sofía)