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De tapas por Oviedo
Publicado el 18 noviembre 2012 por AmorasEn los últimos años los bares en Oviedo han ido creciendo en cantidad y calidad y se han creado zonas de vinos de muy buen nivel, donde ahora ya, en prácticamente todos los locales, han importado la magnífica costumbre castellana de acompañar la consumición de una tapa. Como habíamos publicado varias entradas de restaurantes, pero nos faltaba una visita general como las que solemos hacer a las diferentes ciudades a las que nos escapamos de vez en cuando, aprovechamos un fin de semana sin compromisos en la ciudad para salir a nuestro rollo. Allí lo habitual entre nuestros amigos es quedar para salir a cenar, en plan sentado, con tu mantel y tus cubiertos, pero quisimos comprobar si sería posible ir de tapeo.
En Oviedo el lugar tradicional para ir a cenar es el Bulevar de la Sidra, que nace en la calle Gascona y ahora abarca también los alrededores. Esta zona, como su nombre indica, está plagada de sidrerías, con menús típicos asturianos y a ella nos dedicaremos otro día.
En esta ocasión nos acercamos a una "nueva" zona de vinos, la denominada "Ruta de los Vinos", cuya asociación de hosteleros abarca las calles Campoamor, Manuel Pedregal, Río de San Pedro y Fray Ceferino (detrás de la calle Uría, junto a la estación de tren). Nosotros nos dedicamos, en esta ocasión, únicamente a los locales de la calle Manuel Pedregal.
Era una noche lluviosa (no podía ser de otra manera en Oviedo) y aún así, estaba todo abarrotado.
Empezamos en el Antiguo Molinillo, donde nos acompañan un par de refrescos con un par de montaditos de bonito con tomate y desde ahí, nos hacemos un hueco en el Copas Rotas, donde todo cuesta 1 Euro (bebidas, incluídos vinos y cava, y tapas, frías y calientes). Es una franquicia que tiene otros locales en Oviedo, Gijón, Avilés y Madrid. Ingenuos nosotros, tomamos un par de cavas cuya calidad estaba en sintonía con el precio, y un montado de hígado encebollado y una tapa de langostinos crujientes. Aunque el cava dejaba bastante que desear, como todo costó 4 Euros, no nos podemos quejar lo más mínimo.
Desde ahí, nos vamos al Rebote, donde puedes elegir de tapa croquetas en múltiples variedades (atún, pizza, queso, chorizo, morcilla, cecina, jalisco y bacon), probamos la de atún y cecina y ambas muy ricas. Acompañado de un par de verdejos, 4 Euros.
Pasamos a La Niña Bonita, local muy amplio, pero donde tienen casi todas las mesas altas, inutilizadas "para cenas". La tapa pasó sin pena ni gloria y el servicio, un tanto deficiente (de hecho, tras pedir tres veces la cuenta, no conseguimos que nos cobraran).
Como seguíamos con un poco de hambre, decidimos hacernos un hueco en La Competencia, en busca de una tapa de pizza, (ya conocíamos el local de León y sabíamos que el acompañamiento de la consumición sería un trozo de pizza riquíiiisima) y no nos defraudó.
Tras la ruta, el cielo está totalmente estrellado y por nuestra parte, con ganas ya de repetir para poder hacer una segunda parte de esta crónica, porque nos quedan demasiados locales sin visitar...
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