Arquetipo de Vampiro Encantador: Sheriff Eric Northman
Los vampiros y las personas tóxicas tienen bastantes puntos en común, así como los vampiros se alimentan de la sangre que es un símbolo de la esencia vital del ser humano, las personas tóxicas o vampiros energéticos se alimentan de la energía de sus víctimas agotándolos de su propia esencia vital, en algunos casos de forma lenta, en otros de forma mortal.Se dice que los vampiros se valen de su encanto para seducir a sus víctimas. Ciertamente Hollywood ha exagerado esta cualidad insertando en el inconsciente la idea de que todos los vampiros son bellos, sexies y encantadores como el Vampiro Eric Northman de True Blood (*), pero digamos que en el cotidiano de la vida diaria, lastimosamente, las probabilidades de encontrar un vampiro vikingo a la vuelta de la esquina disminuyen enormemente :( ... y lo que encontramos con suma facilidad en todas partes son esas personas tóxicas que de forma consciente o no, se alimentan de nuestras ganas de vivir. Podemos reconocer a estos vampiros energéticos fácilmente, pueden estar en nuestras familias, en el trabajo y otros círculos sociales y a todos podemos reconocerlos porque después de estar un rato con ellos nos sentimos agotados, irritados y hasta deprimidos. Existe una creencia acerca de los vampiros que me ha hecho pensar bastante y es que un vampiro nunca podrá entrar en tu casa si no les das permiso, si no invitas a pasar a un vampiro a tu casa, este no podrá entrar jamás por más encantador que sea, del mismo modo, podemos vivir rodeados de personas tóxicas en todas las esferas de nuestras vidas pero ellos no podrían hacernos daño ni alimentarse de nosotros si no lo permitimos, en el fondo es nuestra responsabilidad dejar entrar o salir a las personas que envenenan nuestras vidas, es una decisión personal decir hasta aquí llegué contigo y marcar los limites de nuestra zona personal, así como es nuestra responsabilidad engancharnos o no con el juego de seducción que inevitablemente forma parte del repertorio de las personas toxicas y este juego de seducción no tiene que tener necesariamente una connotación sexual, más bien tiene que ver con el darle poder al otro dejándolo pasar o entrar en nuestra vida, cuando prestamos atención a una persona tóxica y nos enganchamos a su juego ya sea de quejas, malos tratos, amenazas, victimizaciones y entramos en sintonía con esa vibración, significa que aquel vampiro ha logrado su cometido de robarnos nuestra energía vital, no es fácil decir que No, poner límites que sean saludables para nosotros mismos y los demás, tampoco es fácil darnos cuenta de que muchas veces nosotros mismos somos tóxicos para las personas que nos rodean, pero si estamos de paso por la tierra para aprender y evolucionar, forma parte del proceso de aprendizaje personal el darse cuenta o tomar consciencia de nuestros errores y rectificar el camino hacia una vida más plena y saludable. Salud no es solamente cuidar el cuerpo con buenos alimentos y ejercicios físicos, la mente y el corazón también se alimentan y necesitan ejercicios para mantenerse sanos, analicemos con quienes nos relacionamos e intercambiamos energía vital todos los días. Los vampiros dependen de la sangre de sus victimas para vivir, ellos no pueden ver la luz del sol y están condenados a vivir en las sombras, están muertos y ya no tienen esa esencia vital, pero las personas tóxicas están vivas, aunque han olvidado de su poder personal y de su capacidad para recargarse de energías sin quitársela a los demás, si reconocemos en nosotros actitudes tóxicas, está en nosotros la decisión de cambiar, si reconocemos a personas tóxicas en nuestras vidas no olvidemos que somos nosotros los que dejamos entrar a nuestras vidas. Mi conclusión parcial es que no tenemos excusas, no podemos eludir las responsabilidad sobre nuestras vidas, comportamientos y actitudes, esa es la condenada libertad, aquel libre albedrío omnipresente que no da lugar a excusas ...
(*) True Blood es una serie de televisión original HBO dirigida por Alan Ball hasta la 5° temporada y basada en la saga The Southern Vampire Mysteries de Charlaine Harris y es mi serie de TV preferida, lo recomiendo.