Por lo general me gustan los vídeo juegos de construcción y administración de cosas, ya sea comida, armas, plantas, etc.
Hace tiempo me regalaron Tropico III y me encantó, jugué el primero, así que este no era una novedad, sin embargo, significaba más horas de sana diversión.
Básicamente el juego se trata de llevar una isla bananera, tú eres ‘El presidente’ (lease lo entrecomillado con acento gringo, pero en español), y obviamente tienes que sacar provecho del asunto, y hay muchas formas.
En el Juego puedes ser una estrella de cine muy popular, un dictador, una persona muy religiosa, un empresario o un embustero.
Para empezar, puedes promulgar un decreto en el que se le agrega un impuesto del 25% a todas las construcciones en Tropico, obviamente ese impuesto va directamente a tu cuenta personal en Suiza.
Además tienes que mantener contentas a las distintas facciones de la población, que, en este juego tienen pensamientos, ideologías y gustos propios:
- Capitalistas: Buscan el crecimiento económico de la Isla (no importa lo que se vaya en el camino) y un nivel de vida elevado.
- Comunistas: Se preocupan por la disparidad de los niveles sociales, la paridad de ingresos (con el resto de Latinoamérica), y la vivienda digna.
- Intelectuales: Buscan el libre acceso a la educación y a la cultura, quieren libertad cívica y esto se logra fácilmente a través de elecciones (de esto hablo en un ratito).
- Militaristas: Ellos quieren un ejercito numeroso, pero va en contrasentido de lo que quieren los intelectuales, como presidente debes ser muy cuate de los militaristas, porque bien pueden pelear por tí, en caso de una revuelta, o hacerte un golpe de estado.
- Religiosos: Su principal preocupación es que haya iglesias y catedrales, también se escandalizan cuando hay muchos bares en la ciudad, una forma de mantenerlos contentos es promulgando decretos en los que se prohíba el uso de anticonceptivos, o quizás una visita papal.
- Ambientalistas: Desean que se preserve la naturaleza, pero esto entra en conflicto con todo lo anterior, puesto que hasta para construir sus propias casas, se tienen que talar arboles y modificar el entorno.
Elecciones
Las elecciones son una cosa divertidísima, tienes dos opciones: eliminarlas (aunque esto te va a echar encima a toda la población, especialmente a los intelectuales) o llevarlas a cabo, si decides llevarlas a cabo, un ciudadano será tu contrincante, si pierdes, pierdes el juego, así que tienes varias formas de ganar:
- A lo macho, así como va.
- Manipulando y prometiendo cosas, después si las haces o no, da igual, nadie te reclama por lo que no hiciste.
- Comprando votos, esta ya es ilegal, pierdes el respeto del pueblo y prepárate, porque va a haber respuesta armada.
Medios de comunicación
Los medios de comunicación los creas tú, y puedes darles el giro más adecuado a tus intereses, puede ser una publicación basada en anuncios de compra-venta, un diario financiero, religioso, socialista, pro-gobierno, etc. Así puedes manejar la opinión pública de la gente que oye el radio, la televisión y los que leen los diarios.
Educación
Al igual que los medios, puedes manejar la educación, aunque aquí tienes de tres sopas, solamente: religiosa, militar, técnica. Cada una (como te podrás imaginar) te congratula o te aleja de ciertas facciones de la isla.
Además de todo lo anterior, tienes que manejar los niveles de inconformidad de tu población (pobreza, desempleo, felicidad), que como te dije antes, tiene sus propias ideas, preferencias y pensamientos, también se cansan y se enferman y además les gusta comer y tener casa (bola de pequeño-burgueses), es normal que haya locos que te odien (seguramente es envidia, bola de proles) y luego empiecen a explotarte edificios importantes o aun peor, que se organicen para tumbarte, para esto siempre puedes tener una policía secreta que se encargue de estas cosas, total, no es extraño que la gente desaparezca de la nada, viviendo en una isla, muchas cosas pueden suceder, ¿no crees?
Todo esto en un ambiente super divertido e irónico que muchas veces me deja pensando y otras hasta me indigna, porque… ¡Qué horror vivir en un lugar así!
Al menos eso aquí no aplica ¿verdad?
¿Verdad?
Ya en serio, este es un juego que para mi tiene mucho valor didáctico, me ha hecho reflexionar mucho en como nada es casualidad, ni los niveles de pobreza, ni el sesgo en los medios de comunicación, educativos, etc. como es manejada la insurrección, como en los niveles políticos no se hace nada por la población, sino por seguir y aumentar los niveles de poder.
Es triste que para los europeos (este es un juego alemán) esto sea mera diversión y nosotros estemos inmersos en él, tanto que ya no lo vemos y muchas veces lo justificamos.
Si yo fuera profesor de niveles medio superior o superior, dejaría de tarea jugar este juego.