Nos pasa a todos que un día se tiene planeada una vida y al otro día hay que volver a comenzar. Porque el pasado es justamente algo que ya sucedió, sin que te dieras cuenta y no puedes ni volver a el, ni intentar vivir en el. No es sano, no es justo y mucho menos inteligente intentarlo. Más bien, hay que valorar nuestras experiencias, como la base de nuestro constante crecimiento, aunque en ese momento nos venga a la mente: Y ahora? ¿Por qué a mí? ¿No es justo?, etc, etc,. Es bueno quejarse pero no vivir en la queja sino salir de las preguntas que muchas veces solo nos mantienen pegados a lo que ya no podemos solucionar o lo que ya no debemos solucionar (… son dos cosas muy distintas y muy válidas eh!) y tomar al toro por las astas (… por nosotras, por los hijos, por quien te inspire a seguir).
La idea de iniciar este blog nunca ha sido darles la imagen de una vida perfecta. Tal vez con suerte de momentos perfectos. La idea de iniciar este blog es de compartir experiencias (de todo tipo). De sentir que ha tod@s nos pasa lo mismo (lo bueno y lo malo) y que no estamos sol@s en esta experiencia terrenal que se llama vida. He estado un poco absorta en mis problemas y este pequeño mundo que comparto con ustedes ha estado suspendido. Hoy por hoy vuelvo a sonreír, a disfrutar, y retomar lo que me hace feliz. Sé que al buen entendedor no es necesario darle tantas palabras, así que solo diré que mi corazón está nuevamente en paz conmigo misma, dispuesto a consentirme y amarme mucho y esperando, nuevamente, a quien amar.