Este año, han sido reales. Una desconexión total de la red y del trabajo. Durante casi tres semanas, mi tiempo ha sido mío, y lo he compartido con mi familia y uno de mis sueños.
De momento no voy a explicarte mucho más. Los próximos días ya te iré contando las sensaciones y pensamientos que han ido sucediéndose.
Ahora, lo que espero es que este nuevo "curso" sea mejor que el pasado. Que todo aquello que no ha salido tan bien, despegue finalmente muy a pesar de la dichosa crisis que no nos quiere abandonar, y si no, al menos, quedarnos como estamos.
Me voy a dormir...
Mañana más.
Que vaya bonito,