#Dead7, de Anabel Botella

Dead 7
de Anabel Botella
Katinka, una chica normal, con las dudas y preguntas de cualquier joven de su edad, evoluciona desde la monotonía de su día a día, lleno de preguntas sobre si dar un paso más con Eloy, su novio, y los celos de su amiga Tamara, hasta llegar a convertirse en la heroína de un misterioso y escalofriante concurso que consigue quitarnos la respiración y desatar nuestro miedo. Una obra ambientada en una cárcel abandonada con un argumento real, violento e intenso, que envuelve al lector con capítulos cortos de ritmo vertiginoso. Dead Siete presenta una trama arriesgada, con cimientos fuertes, que deja participar al lector con su imaginación e inteligencia para EMOCIONAR, PROVOCAR y ACELERAR los cinco sentidos. 
Sé que siempre lo digo, pero es lo que hay. Me cuesta mucho leer la novela de alguien que conozco, y en este caso es especialmente difícil, ya que Anabel Botella es una amiga muy querida desde hace ya muchos años. Sin embargo, esta novela me llamaba demasiado la atención, así que no pude resistirme. Y lo cierto es que, aunque la novela me ha gustado, tiene unos cuantos altibajos que no me han acabado de convencer en alguna que otra ocasión.
La historia puede parecer conocida en un principio, ya que recuerda un poco a novelas recientes como Endgame o Hyde, con un toque de Gran Hermano y Los Juegos del Hambre. Sin embargo, tengo que decir a favor de Anabel que #Dead7 cuenta con un punto de partida potente y, pese a las similitudes con otras obras, logra destacar como novela independiente de estas, sin parecer derivativa a pesar de las semejanzas que pueda haber en un principio.
Los personajes son para mí un aspecto muy importante en una novela, y tengo que decir que aquí el balance general es positivo. Tanto la protagonista, Katinka, como los secundarios, me han parecido personajes que en general están bien perfilados y definidos, cada uno con una forma de pensar bastante clara y marcada, a pesar de que a excepción de Katinka ninguno tiene ocasión para evolucionar demasiado. Quien no me ha acabado de convencer ha sido Eloy, un personaje que me ha resultado un tanto extraño, como si en cada intervención fuera una persona diferente. Soy consciente de que Anabel Botella ha tratado de hacerlo enigmático a propósito, pero a mí personalmente no me ha convencido.
Algo que sí me ha gustado mucho ha sido el manejo del ritmo durante toda la trama. La autora ha escrito una novela trepidante, con un ritmo endiablado a lo largo de toda la historia, y que logra mantener el interés y la tensión en todo momento a lo largo de sus trescientas páginas.
Tengo que felicitar a Anabel también por su falta de escrúpulos a la hora de narrar escenas algo más violentas o truculentas, pues suavizarlas es algo en lo que suelen fallar muchas novelas juveniles. Ella sabe perfectamente lo que está escribiendo, y en ningún momento se censura ni comete el error de tratar de moderarse en las escenas más duras cuando la historia las requiere.
Pasando a lo que menos me ha gustado, tengo que decir que creo que la novela tendría que haberse pulido un poco más. Al margen de algunas erratas que he encontrado y diálogos que no me han convencido, la idea es potente y el desarrollo no es malo, pero para mi gusto podría haber dado mucho más juego.
Otra cosa que tampoco me ha convencido en absoluto es la trama amorosa. Al principio es necesaria para el punto de partida de la historia, pero a partir de ahí me ha resultado totalmente sobrante. Por suerte, la autora no comete el error de darle demasiada importancia dentro de la trama, así que tampoco es algo que me haya molestado demasiado.
En definitiva, #Dead7 no me ha parecido una mala novela, pero tiene sus fallos para mi gusto se ha quedado corta en comparación con lo que podría haber dado de sí. Es un libro ligero y sin pretensiones, perfecto para pasar unas buenas horas de tensión constante.
Lo mejor: La tensión y el ritmo. 
Lo peor: El romance.
Te gustará si... quieres leer una novela trepidante con muy buen ritmo.