Hace una semana, Lucce, de Educablog, nos explicaba en un post su nuevo trabajo, un teléfono de orientación y asesoramiento al menor y adolescente sumado a una consulta online, a través del correo electrónico y las redes sociales. También el twitter del CEESC se hacía eco de una iniciativa en la que se utilizaba el facebook con finalidades pedagógicas. Me parecen excelentes noticias. Aunque hemos tardado, parece que la educación social se atreve a apostar por la utilización de las nuevas tecnologías y la web 2.0. en la comunicación con los ciudadanos.
Estoy convencido de que plataformas como facebook, twitter, skype, con las posibilidades multimedia que ofrecen (vídeos, chat, correo) son algo más que puras herramientas tecnológicas. No sólo facilitan la comunicación; la transforman. En el viejo esquema de la comunicación, el canal ya no es sólo el medio por donde se transmite el mensaje entre un emisor y un receptor: el canal transforma el mensaje, forma parte de él. El canal transforma nuestra forma de pensar. La persona que habla y debate en persona en una reunión es la misma que lo hace por chat, teléfono, sms, vídeoconferencia, email, youtube, flickr o blogger, pero el contenido que resulta es distinto según el canal utilizado. Cuestión de tiempo para reflexionar, corregir, copiar o buscar información, cuestión de posibilidades expresivas, cuestión de formatos (¿ no ponen a prueba, los 140 caracteres de twitter, nuestra capacidad de síntesis? ), etc.
Esta mañana, en el trabajo, hablábamos de la necesidad de debatir sobre unos protocolos y del poco tiempo que teníamos para ello. Tiempo presencial, claro. Todavía hay un cierto miedo y rechazo a considerar el debate online como un debate de verdad. No sé porqué, si consideramos, por ejemplo, el simple email y su posibilidad de linkear; ¡que maravilla!. El hipertexto mejora los argumentos de un simple mortal, porque con un click podemos leer (¡o ver y oír!) al experto más experto del mundo en lo que estamos debatiendo y ahorrarnos tiempo en discusiones bizantinas. También a muchas organizaciones y asociaciones creadas antes de Internet, verdaderos dinosaurios, les cuesta creerse las posibilidades de Internet. Están, porque tienen que estar, pero no se lo creen. Todavía no se creen el siglo XXI. Muchas siguen valorando la participación sólo en forma de participación presencial y se fustran cuando comprueban que a la gente esto de venir una tarde a reunirse en su asociación les cuesta mucho: Oh!, es que la gente...Oh! es que siempre somos los mismos... Oh! es que...¿qué esperaban? ¿Hay algo más aburrido que ir a una asamblea de una asociación de lo que sea una tarde de invierno?.
Dicen que con lo online se pierde el contacto humano, pero se equivocan. No sólo porque la comunicación on line no es otra cosa que eso. Es también que el debate online permite que cuando nos veamos las caras, porque es necesario verse las caras y los gestos, además de debatir y pensar podamos también relajarnos, disfrutar y saber del otro sin considerar que estamos perdiendo el tiempo.
Ilustración: Florent Auguyhttp://factorialossanchez.blogspot.com