Los videojuegos son un arte, de hecho algunos son tan bien recibidos por el público que la crítica puede ser tremebunda con éstos. Juegos denominados de mil y una manera, algunos incluso los sitúan en categorías de dudosa reputación. Palabras como “must have” o “AAA”son acompañadas del nombre cuando se lanza al aire pretendiendo provocar algo. Y de eso va todo esto, de remover vuestras entrañas, de haceros discutir y sobre todo de atentar contra mi persona, así que tras acuchillarme ya tenéis una nueva excusa para lanzaros a por mi cabeza, coged vuestras hachas y ¡Decapitadme!
#1 Jet Set Radio
El primer juego en hacer uso de la tecnología cel shading debería ser excusa suficiente para escudriñar la red e intentar jugar a este título. Sin embargo, tras muchas horas de reflexión y algún que otro video sigo pensando que mi tiempo no está para destinarlo a según que juegos. Quizás algún día, por equivocación o llevado por la escasez de títulos que el mercado me pueda ofrecer gasto todos mis ahorros en ebay e incluyo este juego a mi colección, por ahora no siento nada al verlo situado siempre entre los mejores valorados.
#2 Dino Crisis
Si en la anterior entrega ya dije que Resident Evil dejó de gustarme tras disfrutar la primera entrega, con Dino Crisis la historia acabó mucho antes. Tras hacerme con una copia o backup – todos tenemos un pasado – y disponerme a jugar, pude comprobar que los señores de Capcom me querían vender un mismo título con nombre y enemigos diferentes. Y este acabó en una caja de cds – por aquel entonces – con la etiqueta “decepción”. La gran prueba de ello que una compañía gustosa de sacar secuelas “ad infinitum” dejó el ‘timo’ tras la segunda entrega.
#3 Grand Theft Auto
El primero y el segundo fueron los mejores, irrepetibles y no he jugado a nada más divertido. A partir de ahí, ya no me llamaron nunca más atención. Sí, puede tener “libertad” de movimiento toda la que el programador ha deseado. Porque jamás conseguí dialogar con personajes no programados para ello ni coger a una persona subirla en un coche y tras hacer diferentes maniobras hacerla vomitar encima de un coche de policía. Quizás es que eso de hacer el cabra con libertad ya no va conmigo…lo digo GTA don’t rules.
#4 Shenmue
Otro de la vieja Dreamcast, y como la gran mayoría de esos títulos, otro que jamás jugué. Luego tras su salida en Xbox – consola que tampoco tuve – decidí invertir mi tiempo en otras joyas. Dicen los entendidos que es una maravilla de juego y que muchos juegos beben de sus ubres, pues bien veo muy complicado que hoy en día tal y como está el mercado pueda sacar el tiempo que se requiere para degustar con dos títulos que arruinaron a SEGA y a Yu Suzuki. El creador, el cual avergonzado decidió no crear nada más y no tocar un solo código de programación, por algo será.
#5 Soleil
Tener una Megadrive y una Super Nintendo a medias con tú tío no es buen negocio, al final cada uno se quedó con la plataforma que se compró y se realizan quedadas para ir intercambiando experiencias jugables. Por ello, y muy seguramente porque a mi tío los juegos de rol no le gustaban, Soleil jamás calló en mis manos. Un RPG del cual todos hablan maravillas y que yo desconocía hasta hace bien poco – no se puede ser una enciclopedia andante – así que si algún día tengo muchas horas muertas quizás me ponga a “degustarlo” vía emulación.
Así que ya saben, que de títulos hay tantos como colores y gustos. Y por mucho que todos insistan en que se deben jugar sí o sí, lo realmente divertido es no hacerlo o criticarlos mediante vídeos, nueva modalidad de análisis que últimamente se ha puesto muy de moda por el sector. Salí vivo de la primera experiencia, de hecho he reunido una horda lo suficientemente consistente como para derogar a la monarquía, pero de esta no me escapo y ya noto el filo del hacha buscando mi cuello, lo dicho…¡Decapitadme!